Summary
Harry se volvió para mirar la lápida. "Prometí no encontrar a nadie más que me quisiera como tú, Isaac"
Respiró hondo y levantó los ojos hacia el alto árbol que se cernía sobre ellos. "Pero aquí estamos, presentándote a este maravilloso Omeg...
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Los ojos del alfa estaban pegados a un punto en la pared amarilla, mientras saltaba la cuerda. Lo había estado haciendo durante doce minutos, y sus músculos estaban gritando.
Aunque amaba el dolor.
El salto de la cuerda siempre había sido su mayor ejercicio favorito para hacer, pero lo ayudaba mejor con la coordinación mientras estaba en el ring, y era algo que definitivamente necesitaba.
"Deberías tomar un descanso, Haz. Mi cabeza está lastimándose con solo mirarte forzándote así " - Liam dijo desde donde estaba acostado, primero en el suelo. Ambos alfas habían estado practicando juntos durante horas, y habían alcanzado su límite hace cuarenta minutos, pero las emociones de Harry lo estaban empujando aún más.
"Estoy bien" - El otro alfa respondió a través de sus dientes apretados
"No, no lo estás. ¿Puedes detenerte y hablar, por favor?'' - Liam extendió sus brazos, lo que sucedió en bloquear la cuerda en su mano puñada.
Harry resopló y también se acostó en el suelo de baldosas frías.
"¿Qué está haciendo este omega contigo, amigo? Estás actuando como si estuvieras teniendo la primera pelea como una pareja casada"
"Joder... lo sé" - Harry seguía respirando fuerte. "Ni siquiera nos conocemos, y este chico bonito ya está jugando con mi cabeza"
"Harry..." - Liam comenzó, pero se interrumpió en segundos.
"Lo sé, Liam. No empieces, ¿de acuerdo?"
"Solo necesitas un recordatorio, creo, Haz. Así es exactamente cómo estabas actuando cuando..."
Un fuerte ruido hizo eco cuando el puño de Harry golpeó el piso duro. "Lo sé, ¿de acuerdo?" - Él gritó.
Liam resopló y fue a tomar un hielo para el alfa enojado. Después de que él consiguió algunos y envolvió a los cubos en un pedazo de tela delgada, se sentó junto a su amigo, ayudándole a mantener el hielo contra los nudillos heridos.
"Lo siento, sé que estoy actuando como un niño, pero simplemente no puedo dejar de lado la vista de mi mente, y es algo que no me ha sucedido desde que... Isaac" - Harry murmuró mientras se frotaba el puente de su nariz con la mano no dañada.
"Ha pasado cuatro años, compañero, deberías dejar que esto se vaya, ya"
Liam le dio unas palmaditas a la rodilla de su mejor amigo cuando notó los ojos verdes que se llenaban.
"Lo sé. ¡Lo he hecho!"
"No, Harry, acéptalo. No lo has hecho, al menos no completamente. Debes comenzar a vivir tu vida, y tu vida no consiste en puestos de una noche y cigarrillos. Necesitas y mereces volver a casa a cálidos abrazos y amor"
Harry no dijo nada a eso. Lo había pensado en innumerables veces. Dormir en una cama fría sin nadie para enredar las piernas o ningún cabello en la boca cuando se despierta era algo que extrañaba terriblemente, pero no quería hacerlo con alguien nuevo.
