Quizás no eres para mi, ni yo para ti, es posible que tenga razón. Tal vez seamos el uno para el otro y que nuestro destino es no estar juntos, porque no nos merecemos el uno a otro para que esto se justifique de una vez.
Pero al verte a mi lado, sentir tu cabeza apoyada sobre mi pecho, y mis manos alrededor de tu cintura, comprendo en ese mismo instante que si estas hecha para mí. Y quien en realidad no nos merece es el mundo, cariño.
-----
Imagen, no de mi autoría.