Llegamos al hotel de Mariana despavoridas. Aun temblaba por el incidente que acabábamos de pasar.
- ¿Wao así es siempre en India? - preguntó
- Bienvenida a mi "magnifico país- dije haciendo comillas.
- ¿Conoces al chico que nos ayudó? - dijo mientras se tumbaba a la cama.
- No, ni siquiera sé quién es- dije pensativa- Gracias al universo estaba ahí, sino no sé qué sería de nosotras- suspiré.
- Deberíamos denunciar a los maleantes que quisieron hacernos daño- me miró con gran seriedad
- Aquí no me harían caso los policías Mariana, es difícil de explicar así que dejémoslo así por favor- levanté las bolsas de compras del suelo
- ¿Eres loca? Ese chico dijo que no iba a pagar por ti, qué significa eso Alisha y no se atreva a hacerme tonta parce.
- Nada, no deseo hablar de eso. Suficiente pasamos hoy, me voy a casa- abrí la puerta y salí sin decirle más.
Al llegar a casa, mamá no dormía. Me estaba esperando mientras les rezaba a los dioses.
- Shasha ¿dónde has estado? - me abrazó consternada- no sabes lo preocupada que he estado por ti niña.
- Tranquila mamá, estuve ayudando a una turista y me compró ropa en agradecimiento- dije mientras me limpiaba para acostarme.
- Tienes suerte de que tu padre no esté en casa- vamos a dormir chalo, chalo- se pasó ambas manos en la cara en señal de agradecimiento a que yo llegara a casa con bien.
...
Al día siguiente fui al hotel de Mariana a disculparme por mi comportamiento anterior.
- Buenos días- junté mis dos dedos índices
- Hola Alisha- me lanzó una mirada seria y triste a la vez.
- Disculpa por lo de ayer- miré abajo mientras jugaba con un pie en el suelo.
- No te preocupes, he decidido que voy a respetar si no quieres hablar sobre lo que pasó, tampoco te puedo obligar a ir a la policía- dio un gran suspiro.
Cambie de tema y le pedí que me cuente sobre su país, su gente, sus costumbres y comidas. Ella accedió y así nos pasamos la mañana, conversando sobre nuestras culturas.
Mariana parecía ser una buena chica, después de tanto platicar me pidió conocer a mamá. Accedí a llevarla a conocer a lo más sagrado que tenía. Ella llevó a casa muchos víveres y un pastel como obsequio para mi shasha.
- Buenos días señora, es un placer conocerla. – se agachó a tocar el pie de mi mamá en señal de respeto.
Me sorprendía cuanto podía saber esta chica de la cultura india. Mamá no hablaba español así que tuve que traducir.
- El placer es mío hija, bienvenida a mi humilde casa- le tocó la cabeza en señal de bendición.
- Le traigo estos obsequios, de paso me enseña a preparar su deliciosa comida- sonrió.
- Gracias, hija, que Brahma te bendiga.
Mamá era muy creyente de los dioses hindús y me enseñó que Brahma era el dios creador de todo, el más importante.
Pasé con Mariana casi un mes visitando todo Varanasi. Claro está que nos volvimos muy unidas y mamá le había agarrado cariño.
Una tarde preparamos mucha comida y disfrutamos como nunca. Suerte que papá no haya llegado y se haya perdido por ahí debido a su borrachera.
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QUIZÁ EN OTRA VIDA
Teen FictionUna historia que describe la miserable vida de Alisha una chica hindú que pertenece a la más baja de las castas y para el mundo es como un ser intocable. Todo cambia cuando conoce a Zachary, un alemán con muchos misterios. Entre lo real, irreal, sa...