"HOTEL CALIFORNIA" || JIMSU - DIKI

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Caminó hasta la que parecía ser la puerta principal, mientras recorría con su vista el diseño, color y cada cosa que tenía el hotel, lo que había alcanzado a ver lo tenía sorprendido. Había visto muchos hoteles con estilo antiguo, pero este tenía algo peculiar, ignorando el hecho de que estaba en medio de la nada.
 
Al llegar, abrió la puerta y allí en lo que parecía ser la recepción estaba parado un sonriente hombre.
 
Al cerrarse la puerta detrás de él, sonó una especie de campana colocada en el marco, que anunciaba la llegada de alguien.
 
El interior del hotel, era aún más llamativo y hermoso, así mismo con ese estilo de los 80 o 90, Yoongi no lo sabia con exactitud. No sabría que otra palabra más usar para describir lo que estaba viendo.
 
"Esto podría ser el cielo o el infierno" - pensó para si, pero enseguida sacudió levemente su cabeza sonriendo ante sus tontos pensamientos.
 
Se acercó a la recepción, donde estaba parado aquel chico de sonrisa parecida a la de un conejito.
 
- Buenas noches, bienvenido al hotel California - mencionó con una voz apacible, Yoongi no pudo evitar sonreír ante la amabilidad del chico.
 
- Buenas noches, gracias - al terminar de hablar, el chico aumentó aún más su sonrisa mientras lo seguía viendo con un peculiar brillo en los ojos.
 
- ¿Desea una habitación en la planta baja o en los pisos de arriba?
 
- Ahnn, en el segundo piso estaría bien, me hospedaré solo por esta noche.
 
- Claro, aún si solo estará una noche será muy bien atendido, mi nombre es Jeon Jungkook - realizó una venia.
 
- Un gusto, me llamo Min Yoongi - sonriente le devolvió la venia.
 
- El gusto es mío, señor.
 
Yoongi se quedó un poco sorprendido por el término "señor", él aún se veía muy joven como para que le digan así, pero le restó importancia, quizá así era la etiqueta del hotel.
 
Estuvo a punto de preguntar cuanto costaba la noche mientras sacaba la billetera, pero Jungkook lo detuvo.
 
- Descuide, se paga al momento del check out.
 
- Ah bien.
 
- Si, por favor sigame, le mostraré su habitación.
 
Yoongi asintió sonriente, en eso un segundo chico al parecer también trabajador de allí se acercó. Ahora que veía mejor sus ropas, se dio cuenta que el uniforme era también con estilo antiguo, acorde al lugar, lo que aumentó más la curiosidad de Yoongi.
 
- Buenas noches señor, mi nombre es Kim Taehyung, permítame ayudarlo con su maleta - dijo con su cuadrada sonrisa.
 
- No, está bien, no pesa, no es necesario - negó amablemente
 
- Mientras esté aquí, queremos evitarle cualquier molestia, por menor que sea, no se preocupe yo le ayudaré con su equipaje.
 
Yoongi se quedó sin palabras, así que cedió su maleta.
 
- Por aquí señor
 
Jungkook había encendido una vela aromática, la cual llevaba en la mano mientras le mostraba el camino. No supo cuando ocurrió eso, pero ha de haber sido cuando estuvo hablando con Taehyung.
 
Yoongi admiraba la parisina decoración de las paredes, el pasillo, las puertas, en fin todo encajaba a la perfección. El lugar se sentia muy tranquilo, no había ningún ruido, se preguntó si él era el único hospedado allí, pero desechó esa idea cuando vió salir a una pareja de una de las habitaciones, los cuales les hicieron una venia en forma de saludo al pasar al lado de ellos.
 
Era de noche, lo más seguro es que si había más huéspedes, la mayoría estuviera descansando o simplemente dentro de sus habitaciones. El hotel no tenía ascensor, así que subieron unas muy bien esculpidas escaleras.
 
- Llegamos señor, esta es su habitación, tiene una ventana con una hermosa vista para contemplar el amanecer - mencionó Jungkook abriendo la puerta.
 
Se hizo a un lado y Yoongi entró, seguido de Taehyung con su maleta, la cual dejó al lado de la cama y se retiró con una venia.
 
Jungkook dejó la vela aromática en la mesita al lado de la cama y le entregó la llave.
 
- La vela aromática siempre es una cortesía, dentro del baño encontrará todo lo necesario para su aseo personal, además abajo hay un bar restaurante por si tiene ganas de comer algo - le entregó una pequeña campanita - si desea algo no dude en tocar esta campana y con gusto alguien subirá a atenderlo - caminó hasta el marco de la puerta.
 
- Muchas gracias - sonrió Yoongi
 
- Que tenga una cómoda estancia, señor, Min - realizó una venia y se retiró cerrando la puerta.
 
Suspiró y se sentó en la cama sintiendo la suavidad del colchón, alzó la campanita observando cada detalle, pues se le hacía un poco extraño que pudieran escuchar el sonido de la campana a tan amplia distancia, la revisó para ver si no tenía algún chip o algo, pero no, era una simple campana.
 
Todo en ese hotel, era con estilo antiguo. Y eso a Yoongi le parecía increíble, pues era amante del vintage.
 
Se levantó, dejó la campana en la mesita al lado de la vela aromática y se inclinó levemente para percibir mejor el aroma de esta. Manzanilla con miel, a eso olía.
 
Sacó algunas cosas de su maleta, y fue a tomar un baño. Minutos después se encontraba en su cama recostado, aún no tenía hambre, así que por ahora le daría a su cuerpo lo que tanto necesitaba, que era descanso.
 
Después de dormir unas cuantas horas, se levantó, tomó su celular y vió que eran las once de la noche.
 
- Con razón tengo hambre - se paró de la cama, se puso sus zapatillas deportivas, y se colocó su chaqueta, bajaría al bar restaurante que le mencionó Jungkook. Dejó su celular cargando en la mesita de al lado de su cama.
 
Al salir, notó que el pasillo se veía muy desolado, pulcro y lindo, pero vacío, miró a todos lados antes de avanzar. Aquel hotel no parecía tener cámaras de seguridad, lo que inquietó un poco a Yoongi, pero solo un poco.
 
Estaba por la mitad del pasillo cuando escuchó algo extraño.
 
Eran ¿voces?

 
"Bienvenido al Hotel California Agust"
 

Decían las voces, o al menos eso era lo que escuchaba Yoongi.