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Eran las 6:50 cuando Miguel llegó gritoneando por su marido, lo necesitaba tanto, que había dejado una bolsa rosa de una tienda comercial con dos sorpresitas.

Y cuando lo encontró su vista se deleitó con Robby usando una playera de el que le quedaba un poco larga y unos shorts, lo recorrió de pies a cabeza. Se acercó no tan silencioso como pensaba que seria, porque el castaño se giró para mirarlo con una sonrisa mientras usaba una cuchara para mover algo en el sartén.

Las manos del moreno picaban por poner en contacto con todo el cuerpo del ojiverde, moria por tocarlo, recargarlo en la encimera de la cocina y tomarlo ahí mismo, como muchas veces más lo había hecho.

Si, Había llegado hormonal, porfavor, no podían culparlo, su esposo era increíblemente sexy y ahora que estaba usando una de sus camisas tenía ganas de abalanzarse sobre el y romperle la ropa para luego escucharlo gemir bajo el o encima, que importaba, mientras se lo follaba sobre el colchón, pared, suelo, sofá, alfombra o donde sea, pero quería a su esposito ahora mismo, la comida podía esperar cuando su postre estaba más delicioso, sus pensamientos fueron interrumpidos por unos ojos verdes mirándolo inocente a sus sucios pensamientos

—Hola cariño, La cena está casi lista, solo esperaremos unos minutos y cenaremos, encerio tengo muchísima hambre, creo que podía comerme una vaca entera de ser posible, los niños estuvieron muy imperactivos hoy, tenía ganas de mandarlos a dormir por todo lo que quedaba de mi turno y luego me tocó ir al hospital a ver la prueba de sangre—Miguel sabía que Robby estaba hablando algo pero su mirada estaba en sus piernas blancas y torneadas que el short le quedaba a medio muslo y con esas pantorrillas que estaban como para amoldarlas entre sus manos, siguió subiendo viendo esos muslos que santo cielo, cuando apresaban contra su cintura causaban un calor inimaginable y sumamente tentador, aunque se veían mejor sobre sus hombros, se lamió los labios imaginando cuando fue interrumpido, otra vez.

—Miguel,¿Estás bien?—Pregunto Robby preocupado sacándolo de su fantasía dónde no sabía que la protagonizaba tan sensualmente que si pudiera leerle la mente seguramente estaría sonrojado

—Uh, si mi cielo, lo siento, no te preocupes, yo me espero, pero ven, te quiero besar—"Y muchas cosas más" pensó ladino viendo al castaño apagarle ala estufa y acercase al él, sonriendole

Le encantaba la sonrisa de Robby, era una de sus vistas favoritas del mundo, Bueno, en sí, el ver a su esposo era la mejor vista del mundo, no había nada ni nadie más hermoso que Robby Keene ante sus ojos.

Agachó un poco la cabeza encontrandose ante la mirada de su esposo, que estaba de puntillas poniendo sus manos sobre las solapas de su camisa de trabajo jalando hacia la gloria, es decir sus esponjositos labios rosados

Cerró los ojos ante la sensación de nerviosismo creciente por besarlo, se sentía como cuando tenía 17, en aquella playa de México después de que Sensei Johnny y el castaño lo encontraron, de la emoción se beso a Robby efusivamente aquella ocasión viendo a este sonrojarse haciendo que un lindo color rojo se instalará en sus mejillas, fue algo divertido de recordar, sintiendo la sensación de los labios de su esposo alejarse y los brazos que estaban sobre su camisa irse a sus hombros

—Te tengo algo que decir Migue' —Aquel tono le llamo la atención, fijándose en como Robby fruncía el ceño, como cuando no hallaba la manera de explicarle algo

—Vamos Rob, que pasa?—Pregunto interesado en lo que le fuera decir

—Bueno, fui al hospital, y efectivamente, estoy muy embarazado, pero eso no es todo, aparte que me tengo que cuidar y demás, la doctora dijo algo que me dejó medio confundido y es muy extraño ya que nunca he visto algo así y la verdad no sé cómo reacciones, bueno, aparte me dijo que me pondré gordo y luego me surgió la duda que si me ibas a seguir queriendo gordo, pero me dije a mismo que te castraria si no lo hacia aunque luego me arrepentí porque si no como disfrutaba yo? Pero ese no es el chiste—El moreno lo escuchaba atentamente y se quería reír por las ocurrencias que tenía Robby

Un desarrolloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora