12

1.5K 151 20
                                    


Creo que es momento de regresar a mi verdadero hogar, simplemente me quiero tomar un respiro de la universidad, mi trabajo y la responsabilidad de... ser un adulto, prácticamente.

No soy una persona que se queja mucho de las cosas, pienso en la consecuencia de mis actos al hacer o no hacer varias cosas. También por que me da flojera hacerlas después y que fastidio.

Mis responsabilidades las tengo mu en claro, desde que somos pequeños nos dicen que responsabilidades debemos de tener, esa presión de que si no la cumplimos todo se puede ir para abajo. En mi caso no es así, aprendí por mi misma y siempre lo voy a hacer.

Mi madre no estaba en casa cuando lo necesite y mi padre... bueno no se si sigue vivo en este momento.

Ahora que voy a la Univerdidad tengo más conciencia de lo que soy capaz, de lo que tengo que hacer. Tengo estudios y un trabajo de medio tiempo; la casa , comida, ropa, necesidades básicas y comodidades no se pagan solas. Más a parte tengo a dos niños por lo que cuidar.

No sé como lo hago, ni me puedo mantener estable yo, y ¿mantener a dos personas más? me siento orgullosa de mi.

Pero... ahora es momento de por un tiempo darme un respiro.

No quería decirlo pero tengo contacto con...

–Niña! Bueno ya ni tan niña, pero a lo que venía. ¿Vas a venir? Otra vez te estas perdiendo en tus pensamientos, deja que todo fluya y haz las cosas, vive el momento.

– Eh? Ah, si ya voy Eda.

– Trae a los chamaquitos, me caen bien.

– Obvio que los voy a llevar, no los puedo dejar solos.

– Pensé que si lo harías, a veces, por no decir todo el tiempo, eres muy tonta y torpe.

– Oye! Yo no soy así...

– Lo que digas, bueno ya entra!

– Ya voy!! – justo en el momento en que iba a entrar con mis hermanos me pego con el marco de la puerta haciendo qué parte de mi frente se ponga roja – ¡Auch!

–¡JA! Te lo dije niña.

– Solo dejame empaz...!

– Hermanita estas bien? –toco mi frente con delicadeza.

– Si Vee, no te preocupes– sonreí.

– ¡jajajaja! Te pegaste! Qué tonta– se carcajeo Hunter.

– Hasta tu hermano lo sabe, que agradables niños – Dijo Eda para después irse adentrando por uno de los bosques de las Islas Hirvientes.

Propuesta rechazada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora