Escándalo, espionaje y una canasta de agradecimiento

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La primera vez que Lex conoció a Lois, él sabía que ella sería una molestia, todo un caso de "métete en tus propios asuntos" repetido hasta el cansancio durante las ruedas de prensa.

Como casi siempre ocurre en estos casos, él tenía razón, ciertamente, a pesar de que en su primer encuentro Lois era aún muy joven, apenas una principiante, y sus preguntas eran muy verdes en comparación a lo que serían con los años.

Hubiera sido fácil para alguien como Lex deshacerse de Lois durante esos primeros años. Ella aún no era conocida como una de las mejores reporteras del país, ni tampoco había aún un hombre casi dios cuidándola; sin embargo, el Lex de ese entonces veía los intentos de Lane por desenmascararlo como una forma de entretenerse, como jugar al gato y al ratón (aunque, en esta metáfora, ambos eran presa y depredador).

La forma en cómo Lois terminaba comúnmente en callejones sin salida disfrazados de rotundas victorias era simplemente adictiva de mirar. Un ejemplo de ello fue aquella vez cuando el reportaje de Lois, intencionado en desenmascarar uno de los mayores proyectos de venta de armas de LexCorp, terminó en cambio siendo la ruina de una empresa rival también involucrada pero que no supo cubrir sus huellas.

Fue a partir de ese, y de varios reportajes 'exitosos' más, que todos la comenzaron a creer como una "gran reportera" por "desenmascarar" varios fraudes, corrupción y empresas fantasma, pero ninguna de esas cosas terminaba por tener relación con LexCorp, lo cual podía verse a kilómetros, afectaba a Lois.

Lane era la única que podía ver detrás de la fachada que eran las caridades de LexCorp y las conferencias de prensa con disculpas bien escritas. Lex era bueno ocultando sus pasos, y si bien Lane le hizo tropezar en numerosas ocasiones (más de las que él se sentiría cómodo admitiendo), nunca le llegaban a atrapar y, ante la más mínima sospecha, Lex no dejaba cabos sueltos.

Ninguna de las cosas que sucedieron entre ellos, incluyendo aquella vez que tuvieron que hacer una tregua temporal para salir de un apuro que ninguno de los dos reconocería de haber ocurrido, le detuvieron de reconocer cómo, irónicamente, los esfuerzos de Lane le servían como medidas de calidad.

Verán, si ni Lois Lane podía crear el lazo que lo unía con casi toda la corrupción ocurriendo en Metrópolis, nadie podría.

Eso era, claro, antes de que le comenzaran a llegar aprendices bajo la supervisión de la reportera. Tales aprendices siempre terminaban por entorpecer a la periodista, lo cual le causaba risa a Lex.

Luego llegó Kent.

Cuando Lex conoció a Clark Kent por primera vez, lo primero que se le vino a la mente fue "está enamorado de Lane". Y también tenía razón en eso. Por otro lado, cuando le comentó a Mercy que "No podrá llegar a nada con Lane", no pudo evitar sorprenderse de ver cómo entre ellos dos comenzaba a haber algo en el momento que todo lo que hacían se complementaba de forma tan... Sublime.

Eran empalagosos.

Lex tenía sentimientos encontrados cada que ellos le entrevistaban o cuando, por "casualidad", se encontraban en alguna fiesta de beneficencia. Porque verlos era como ver una máquina bien engrasada, simplemente tan satisfactorio de presenciar como esos videos donde las cosas simplemente encajan en su lugar. Pero, por un lado no muy amable y a pesar de ambos ser profesionales en todo momento, Lex se enorgullecía de ser observador y notaba cada gesto, mirada, incluso jugueteo entre ellos.

Cada que ellos estaban frente a él, Lex hacía lo posible por no mostrar lo nervioso que lo ponían sus interacciones.

Se sentía como un niño tapándose la cara cuando sus padres se besan, como viendo entre sus dedos un momento privado que lo aturdía pero al mismo tiempo le daba curiosidad.

La buena acción de LuthorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora