Capítulo II

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Fragmentos dolorosos de su vida pasada cruzaron por su mente, una punzada de dolor martillaba su cabeza, respiraba con dificultad, todo a su alrededor era un caos, gritos y disparos.

—¡Kylie cuidado!

Y la vio, se acercaba hacia él, de pronto era como si todo se hubiera enlentecido, podía ver como el proyectil giraba mientras se aproximaba, se inclinó a un lado evitando la bala, que dejo un pequeño silbido que se impactó con su oreja, su cuerpo dejo de responder, la había esquivado, pero ¿¡cómo!? Todo en el quedo en shock, la sensación que vivió era demasiado real, como si de verdad el tiempo hubiera ido más lento.

—¡Kylie! — Atzel jalo su brazo para atraerlo consigo detrás de un montón de neumáticos, donde estarían seguros— ¡Kylie! ¡Kylie! ¡Mierda Kylie, reacciona! —el castaño golpeo la mejilla de Kylie esperando que responda.

—El tiempo... fue más lento—dijo esto mirando con una mirada muerta.

— ¿¡De qué demonios hablas Kylie!?¡Estamos atrapados en una balacera por tu culpa, imbécil! — y entonces ahí se dio cuenta de su entorno, pudieron escuchar el sonido de autos arrancando.

—¡Vayan tras ellos!¡No dejen que ninguno escape!

Ambos chicos se quedaron en silencio y escuchaban como aquel hombre de voz gruesa daba órdenes a todos los demás, no podían verlos, pero suponían que estaban moviéndose por el lugar y subiendo a los grandes camiones y pequeños autos que habían alcanzado a ver antes de toparse con la balacera. Varios autos pasaron a toda velocidad junto al lugar donde se encontraban escondidos y todo quedo en silencio, como si nada hubiera pasado. Kylie se removió en su lugar preparado para salir.

— Kylie aún no, ¿Qué tal si siguen ahí? — le susurro Atzel sujetándolo de la manga de su chaqueta negra.

— Tranquilo Atzel, tú los viste salir, ya no hay nadie— soltó el agarre de su primo levantándose, dio unos pasos fuera del muro de neumáticos y le sonrió a su primo.

— ¿Ves? Ya no hay nadie Atzel, sal de ahí.

Se aproximó a sacar a Atzel, pero recibió un gran impacto en su cabeza que lo hizo caer al suelo y perdió el conocimiento.

***

No veía nada, su cabeza estaba metida dentro de una bolsa de tela negra, y tanto sus manos como pies estaban atados con fuerza por una soga.

—Atzel, ¿estás aquí? ¡Atzel!

—Estoy aquí Kylie— Kylie respiro de alivio al escuchar la voz de su primo— Tranquilízate Atzel saldremos de aquí, todo va a estar bien.

—Creo que es otro el que tiene que tranquilizarse— una voz grave y rasposa les hablo, Kylie lo reconoció en seguida, era la voz que escucharon en el callejón.

—¿Quién eres tú? ¿Porque nos trajiste aquí? ¡Déjanos ir!

—Atzel cálmate, todo va a estar bien— Kylie intento tranquilizar al castaño que estaba empezando a tener un ataque de pánico— confía en mí, todo va a estar bien, ahora respira lentamente.

Atzel obedeció a Kylie, de alguna manera el rubio siempre le daba una sensación de seguridad y confiaba en él. Una atronadora carcajada los hizo estremecer a ambos. Kylie se compuso rápidamente, ya había pasado por esto una vez, si demostraba flaqueza les iría muy mal a ambos.

— Escúchame, soy Kylie, vine a buscar al Maestro Lee­­.

Sabía que al decir esto podría lograr una de dos cosas: llevarles hacia Lee o hacer que los maten, se tenía que arriesgar.

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