💲Ꮚ 4 Ꮚ💲

396 72 35
                                    

—Buenos días amo Kim, le traigo…

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Buenos días amo Kim, le traigo…

—¡Vete!— rugió el Alfa desde el rincón de su habitación, con la voz más lobuna que humana.

El joven Omega, encargado de la preparación del desayuno, tembló en el umbral de la puerta. Sosteniendo apenas la charola que tenía el alimento para el amo, pues había decidido llevárselo, ya que eran pasadas las seis de la mañana y no llegó a la cocina.

Se sabía que el amo Kim, era bastante estricto y más si se trataba de la puntualidad. Por ese motivo, extrañado de no verlo, subió a la habitación del Alfa para poder entregarle el desayuno. Porque no era fan de tener algún castigo.

Para su sorpresa, la habitación estaba plegada de las feromonas de su amo. Al parecer había entrado en celo.

Qué raro, al amo Kim le faltaba casi un mes para que le llegue el celo— pensó petrificado, pues el aroma era tan fuerte que su Omega interior estaba retorciéndose, necesitando correr para frotarse en ese olor y complacer al Alfa en sufrimiento.

—¡Que te vayas, estúpido Park!— volvió a rugir el dueño de la habitación, acercándose peligrosamente.

—A-amo… está en…

—¡Lo sé, no necesitas explicarme!

—E-entonces… quiere que…

—¡QUIERO QUE TE LARGUES DE UNA PUTA VEZ!— apareció frente al pequeño recibidor que tenía la gran habitación, la cual era una separación al lugar donde yacía su cama.

El Alfa se veía un poco más grande, con el torso al descubierto y su piel brillante por el sudor, más una toalla en las caderas que no dejaba nada a la imaginación. Pues el miembro del Alfa se erguía con orgullo en todo su tamaño, formando una tienda de campaña enorme.

El Omega tembló aún más, mostrando su cuello, totalmente sumiso. No podía moverse.

—¡Estúpido Omega!— gruñó, y sus ojos se brillaron en un plateado intenso — ¡Largo de mi cuarto!— gritó utilizando su voz de Alfa, haciendo que el Omega prácticamente corriera del lugar, cerrando la puerta con llave ésta vez.

La charola cayó en la pulcra alfombra, que fue manchada con todo el contenido y las tazas rotas, pues el Omega en medio del apuro, tropezó en el umbral de la puerta.

—Lo siento, amo Kim. ¿Quiere que llame a algu…?— preguntó tembloroso apegándose a la puerta, para que lo pueda escuchar.

—¡No quiero a nadie!— interrumpió al latoso Omega.

—Pero, se pondrá peor… o,  ¿quiere que traiga al nuevo?— preguntó con miedo, su deber no le permitía dejar a su amo en ese estado.

—¡Que no quiero a nadie maldita sea! ¡Mi celo está muy fuerte! ¡DÉJAME EN PAZ Y QUE NO VENGA NADIE A ESTE LADO DE LA CASA O NO RESPONDO!— vociferó, haciendo temblar las paredes.

💲Ꮚ VENDIDO Ꮚ💲JinTae 💲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora