Japón se encontraba en un estado deplorable luego de la guerra entre los héroes y el frente de liberación paranormal, las calles eran un caos y el país se encontraba al borde de una guerra civil. Pero lo que más le preocupaban a los héroes era el he...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Caminaba con tranquilidad por los pasillos de ese gran escondite, saludando gentilmente a algunas personas que se cruzaba por ahí. Soltó un suspiro mientras pensaba en porque su hermano la habia mandado a llamar, se había sorprendido un poco cuando Dabi apareció en su habitación luego de la reunión de la mañana, diciéndole que en efecto su hermano quería hablar con ella en su oficina. No le tomo mucho tiempo alistarse y salir en busca de Tomura, aunque la oficina de este si quedaba algo alejada de la zona de las habitaciones, pero no le importaba, ella estaba feliz de poder pasar algo de tiempo con el mayor.
Así que por eso se encontraba tocando con suavidad la puerta de madera oscura, a la espera de que el peliblanco la dejará pasar, y entrando en la habitación apenas recibió el pase. Había estado alrededor de dos veces en su oficina, más no se acostumbraba a ver a su hermano detrás de un escritorio con mapas y papeles de información sobre héroes alrededor suyo. De cierta forma parecía una especie de empresario, hecho que le causaba mucha gracia a Kyoto porque la fachada desprolija de Tenko no combinaba en nada con la sostificada oficina que Re-Destro le dió.
—¿Me buscabas, Tenko-nii?
Pregunto con una sonrisa, tomando asiento enfrente del mayor, en uno de esos sillones de color vino, mirando como su hermano terminaba de leer alguna especie de informe que tenía en sus manos. Se estiró un poco para poder ver qué leía, y aunque no logro entender nada, supuso que era de parte de Dabi, pues solo él tenía ese tipo de letra prolija y de trazo limpio, algo que le había sorprendido la primera vez que lo vió escribir.
Tras unos minutos, el villano dejo la hoja sobre el escritorio, subiendo su vista hasta la pelinegra y apoyando los codos sobre la madera. Soltó un suspiro antes de hablar, ignorando el hecho de que la menor había usado ese nombre para dirigirse a él.
—Si te llamé porque debía infórmate algo.
La muchacha asintió, acomodanose mejor en su asiento y subiendo sus piernas al incómodo sofá, abrazándo estás con sus brazos para pegarlas a su pecho.
— Oh, dime. —pregunto con curiosidad, notando un leve nerviosismo en su hermano.
—Me iré un tiempo con el doctor, este prepará mi cuerpo para que pueda adquirir el All for one, antes de nuestro ataque.
Si alguien dijera que Kyoto se esperaba de todo menos eso, estaría en lo cierto, porque apenas escucho que su hermano obtendría el All for one sus ojos se abrieron en sorpresa. Sorpresa que rápidamente paso a ser preocupación y miedo, su cuerpo tembló levemente al pensar que su hermano obtendría ese horrible don por parte del hombre que más miedo y repudio le causaba. Sin poder creerlo miro a si hermano, siendo presa del pánico y con su cuerpo temblando por los nervios, esperando a que haya sido una broma de mal gusto.
— ¿Qué?
Shigaraki alzo una ceja al oir eso, con sus fríos ojos color escarlata analizó a su hermana, notando el pánico y miedo que está mostraba. Gruñó levemente, "¿Que clase de reacción es esa?" Pensó. Él toda su vida había esperado por este momento, y se sentía de cierta forma emocionado, también algo ansioso por poder volverse mucho más poderoso de lo que ya era y de esa forma poder acabar con los héroes como su plan dictaba. Pero jamás se esperó esa reacción de su hermana.
— ¿Tengo que volver a repetirlo? —declaro de forma tosca, de cierta forma regañando a su hermana por ser tan despistada.— Me iré en dos días, ya tengo todo planeado, seguiré mi plan al pié de la letra.
Kyoto asintió levemente, bajando su vista hasta el suelo y comenzando a jugar con sus manos por los nervios. Derrepente una picazón ardor en su nariz y las incontenibles ganas de llorar la atacaron. Sabía muy poco sobre el plan de su hermano, pero Masomenos entendía de que iba, pero no por eso estaba conforme con el. Es decir, no sabía que debía hacer ella mientras el plan se llevará a cabo, no entendía y durante esas semanas en las que estuvo ahí conviviendo con todas esas personas, nadie les había dicho que debia hacer mientras el plan se llevará a cabo.
— Entonces te irás... —murmuro abatida, suspiro levemente, acurrucandose en su lugar y buscando hacerse más chiquita.— ¿Qué... haré yo, mientras no estés? —pregunto de forma pausada, casi con miedo de hacer esa pregunta.
Un fuerte suspiro lleno la habitación de silencio, Tenko llevo una mano hasta su cara para poder pasarla por su rostro con cansancio. Miro un punto en el techo, manteniendo ese silencio sepulcral en la habitación, logrando que el ambiente se llenará de tensión.
Ambos hermanos sabían que luego de que Tomura adquiriera el All for one nada sería igual, las cosas cambiarían de forma brusca y Kyoto temía con todo su ser que ya no haya un lugar para ella en la vida del mayor. Si el peliblanco le hablara, diciéndole que no iba a ser así, sería mentira, no sabía lo que le esperaba el día de mañana y ambos estaban concientes de que si él fallaba en algún momento podría morir a manos de los héroes. Eso era algo que lo mantenía despierto por las noches, no por el hecho de que pudiera morir y terminar fracasando, sino por el hecho de que no sabría que sería de la vida de Kyoto sin él.
Y ella tampoco sabía de qué sería su vida sin Tenko.
La adolescente esperaba con todo su ser que las cosas no cambiarán, que Tenko solo se volviera más fuerte pero que siga siendo el, aunque una parte de ella le pedía que deje de ser tan ilusa. Era obvio para ella que quizás estos sean los dos últimos días en los que pueda estar con su hermano siendo él mismo y no una maldita marioneta para su Maestro, porque quizás de forma inconciente ella sabía que AFO solo usaba a su hermano como un peón y le asustaba demasiado que su hermano permitiera eso con gusto.
¿Su relación cambiaría?
—Te quedarás en el búnker, al cuidado de Dabi y Hawks. —Rompio el silencio derrepente, mirando a su hermana con seriedad.— Confío en que ellos sabrán cómo cuidarte, sin Kurogiri, ellos son los más capaces de vigilarte.
Ella solo se limitó a asentir, era conciente de la confianza que había en esos tres, logrando que ella a veces sospechara de que ellos eran bastante cercanos, pero desechado su imaginación alocada al caer en cuenta de que si tuvieran una relación más allá de lo que era ser parte del frente de liberación, su hermano se lo diría.
— Bien, no tengo quejas al respecto... —Confeso, pero rápidamente otra pregunta rondo por su mente y con algo de miedo logró formularla.— Tú... Nunca me dejarás ¿Verdad?
Tenko la miro durante unos segundos, chocando su mirada con las lagunas de sangre de su hermanita. Notando rápidamente lo afligida y angustiada que se veía, logrando que volviera a soltar otro suspiro. El repentino silencio de la habitación se vio interrumpido por el chirrido de la silla de Shigaraki al correrse, seguido de los pasos de este hasta estar cerca de su hermana y el jadeo de sorpresa que está soltó al sentir los fuertes brazos del mayor rodearla.
— Kyoto, mientras yo viva siempre estaré a tu lado, y velare por tu seguridad.
Solo esas palabras bastaron para que la menor comenzará a soltar pesadas lágrimas por sus ojos, aferrandose la espalda del mayor y ocultando su rostro en su cuello mientras soltaba incotables sollozos. Sintiendo las sus es caricias que Tenko de daba en la espalda, intentando calmar su desastroso llanto y sus miedos más oscuros.
— Te amo, hermano...
Murmuró sin dejar de llorar, logrando que los ojos del peliblanco se cerrarán con fuerza, permitiendose por primera vez en muchos años dejarse rodear por ese calor que hacía tiempo había olvidado. Siendo Kyoto, quizás, la única capaz de traspasar todas esas paredes de ira y miedo hasta llegar a su maltratado y casi olvidado corazón.
— Y yo a ti, Kyo.
. . . . . .
Cuando dijiste tu último adiós Morí un poco por dentro Yazco con lágrimas en la cama toda la noche Solo, sin ti a mi lado
