¿Qué pasaría si los pilares vivieran juntos como una familia? ¿cómo estarían conviviendo juntos todos los días?... pues aquí y mucho más sabrás la respuesta.
En la habitación de Giyuu, este se encontraba caminando de un lado a otro muy pensativo mientras que Iguro y Sanemi sólo se limitaban a verlo.
Sanemi: ¿Ya vas a decir lo que tienes? Has estado así desde hace media hora que ya dejaste marcas en piso.
Iguro: Te he visto durante ese tiempo y ya tengo ganas de vomitar por lo mareado que estoy.
Giyuu: *Suspiro* Está bien se los diré, ¿recuerdan a mis amigos Sabito y Makomo?
Sanemi: ¿Con los que estuviste antes de que te secuestraran?
Giyuu: Si... esos, pues verán, ellos y yo estuvimos por un tiempo en contacto, pero la última vez que supe de ellos ¡descubrí que iniciaron una relación!
Iguro y Sanemi: . . .
Iguro: ¿En serio?
Sanemi: Pero ¿eso qué tiene que ver?
Giyuu: ¿Qué tiene que ver? ¡Todo! Desde niños siempre me sentía cohibido por la cercanía de esos dos y ahora que iniciaron una relación ¡me siento peor! Pero la cosa se complicó cuando me dijeron que vendrían a visitarme y que saldríamos juntos.
Iguro: ¿Y?
Giyuu: ¡Que definitivamente me voy a sentir incómodo con estos dos estando tan juntos! ¡No quiero ir solo!... Sin pareja.
Sanemi: Entonces ¿por qué no tomas a alguien y finjan también salir para que no te sientas cohibido? ¿Por qué no le preguntas a Kocho?
Giyuu: Por qué luego de lo que hicimos en aquel juego online no creo que nos la crean... Además que tampoco creo que esté dispuesta a hacerme otro favor después de lo que le hice la semana pasada.
Sanemi: Oh si... el incidente del perro.
Flashback
Giyuu: *Llegando asustado* ¡Chicos tienen que ayudarme!
Sanemi: ¿Ahora qué pasó?
Giyuu: ¡Cuando Kocho y yo veníamos para acá una bestia horrible apareció y nos atacó!
Iguro: ¿Y dónde está Kocho?
Giyuu: ¡La dejé ahí! ¡Estaba tan asustado que la usé como carnada y me fui corriendo! ¡Debe de seguir ahí!
Sanemi: Maldición, vamos por ella.
Los tres salieron para buscar a Kocho mientras que Sanemi cargaba un palo con picos para enfrentar a la bestia, pero cuando llegaron se encontraron con esta echa bola para protegerse de un pequeño perrito afelpado.
Sanemi: Pero... ¿qué?
Shinobu: ¡Alejen esta bestia de mí! – apuntando al perro.
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