Era una mañana hermosa y tranquila, las aves cantan, el sol brilla y lo más importante es que no hay nada de ruido... ... eso significa peligro, mejor vallamos qué hacen la familia de locos que por alguna extraña y enferma razón, Sanemi se hallaba oculto en alguna parte de la casa para que no lo encontraran por que...
Mitsuri: ¡¡Ahí está!!- se abalanza contra él.
Sanemi: Oh no.- sale de su escondite y logra escapar de Mitsuri salvaje.
Uzui: ¡¡Ya te tenemos!!
Ahora se encontraban Uzui y Rengoku tapando el pasillo para evitar que pasara, pero eso no fue reto para él ya que pudo pasar deslizándose debajo de Rengoku, pero sin antes aprovechar y golpear a Uzui en donde más le dolía.
Uzui: ¡¡Auch!!... ¡mis bolitas!- se cayó al suelo agonizando por él dolor.
Rengoku: ¡Se está escapando!
Iguro: ¡Alto ahí loco!
Sanemi: ¡Ah!
Iguro: ¡Ataca lo Kaburamaru!- se lanza contra él, empezando a moverse por todo el cuerpo de Sanemi.
Sanemi: ¡¡Quítate maldita serpiente!!- logra agarrarlo para después lanzar lo por la ventana.
Iguro: ¡¡Kaburamaru!!- corre hacía la ventana y se lanza por él.- ¡¡voy por ti bebé!!
Sanemi: Uno menos.- estaba a punto de irse, pero al darse la vuelta se encuentra con Shinobu y Giyuu con un bate en manos.
Shinobu: Shinazugawa-san~ no deberías tomarte esto tan en serio ¿sabes?
Sanemi: ¡¿Y cómo quieres que me tome?!
Tomioka: Sólo tómalo como si te fuéramos a llevar al matadero.
Sanemi: ¡Eso sólo lo empeora! ¡adiós!- se va para la otra dirección!
Tomioka: Oh no, no lo harás.- le avienta el bate, pero antes de que lo golpeara, se avienta por la ventana y le termina golpeando otra vez a Uzui en donde más le dolía.
Uzui: ¡¿No pueden apuntar a otra parte?!
Mientras con Sanemi quien se había ocultado en el sótano, se tomo un respiro para descansar.
Sanemi: ¡Demonios!... ... debo bajarle a los tacos... al menos aquí no me encontraran.
ERROR, alguien ya lo había encontrado y era nada más y nada menos que Muichiro quien estaba sujeto al techo para que no lo viera.
Sanemi: ¿Por qué siento que alguien me está observando?- Miró hacía arriba, pero antes que lo hiciera, Muichiro cayó sobre él logrando así atraparlo.
Minutos después en el auto...
Sanemi: ¡¡Suéltenme!! ¡no quiero ir!- se encontraba completamente atado.
Iguro: ¡Tienes que ir o sí no tendrás esa molestia para toda la vida!
Sanemi: ¡Sólo es un diente roto! ¡¿qué mal puede...?! ¡auch!- antes de que terminara, el dolor de su diente roto atacó.
Iguro: ¿Lo ves? Además, todo fue tu culpa.
Tomioka: Tengo una duda... ¿cómo se te ocurre pelearte con un niño e intentar morderlo después de haber empujado a su hermanita?
Flashback...
Sanemi y Rengoku se encontraban saliendo de la tienda.
Sanemi: Sigo sin entender, ¿por qué tengo que venir yo?
Rengoku: Por que gracias a ti, nos han echado de la mayoría de las tiendas.
Sanemi: ¡Por eso! ¡si ya ven como me pongo para qué me siguen mandando!
ESTÁS LEYENDO
Una familia muy rara (kimetsu no yaiba)
Humor¿Qué pasaría si los pilares vivieran juntos como una familia? ¿cómo estarían conviviendo juntos todos los días?... pues aquí y mucho más sabrás la respuesta.