Una familia muy rara (kimetsu no yaiba)

Capítulo 43: Desastre En El Zoológico

Los pilares en un viaje en auto de camino al Zoológico para aprender más sobre los animales mientras cantan unas raras canciones pero que obviamente va a terminar en un desmadre.

Todos/Uzui y Sanemi: 🎶El viejo Uzui tenía un manicomio Ia Ia oh, y en ese lugar tenía a Sanemi Ia Ia oh🎶

Sanemi: ¿Por cuánto más van a estar cantando esta horrible canción?

Muichiro: ¡Para siempre! ¡Otra vez!

Sanemi: ¡No!

Uzui: A ver idiotas, dejen de cantar eso que ya casi llegamos, luego no quiero que digan que traigo a puros mocosos de preescolar.

Iguro: Ay si, como si tú fueras muy responsable.

Giyuu: Oigan ¿seguros que es bueno ir al Zoológico? Ya saben como se ponen las cosas ahí cada vez que vamos.

Shinobu: Vamos Tomioka, mientras que Uzui no se pelee con un canguro para después perder, que a Sanemi no lo golpeen los pavos reales, a Tokito no lo secuestren los osos polares, a Kaburamaru no se le ocurra hacer otra orgía de serpientes, que Mitsuri no quiera liberar a los tigres, que Himejima no se separe de nosotros otra vez, que tú no vuelvas a entrar por nada en el mundo a la jaula de monos y en cuanto a mí ¡no me vuelvan a abandonar en el hábitat de pingüinos por que era demasiado pequeña como para verme!

Giyuu: ... ... Cuando lo dices de esa forma, es difícil tomarte la palabra.

Sanemi: Además, fue en parte tú culpa ¿a quién se le ocurre ir a un Zoológico vestida de pingüino?

Shinobu: ¡Era para el ambiente!... y ya había comprado el traje.

Iguro: Espera ¿y yo qué?

Shinobu: ¿Tú? Tú procura cuidar a Kaburamaru y evitar que vuelva a hacer "eso".

Iguro: Si bueno, creo que es lo justo.

Uzui: Bien ya llegamos, sólo hay que estacionarnos. – dijo para girar el auto en un movimiento brusco y lograr estacionarse de un buen lugar. – ¡Yujú! ¡A la primera y no hubo daños esta vez!

Iguro: Eso fue un milagro.

Mitsuri: ¡Ah! ¡Uzui! – lo llamó mientras apuntaba a un hombre que estaba bajo el auto con varios moretones y rasguños.

Uzui: Ay no... ¿saben qué? Sólo hay que... déjeme ver. – se acercó al cuerpo y dejó una carta de "lo siento" a un lado. – listo... creo que con eso basta... ... ¡al Zoológico!

Se fueron dejando al pobre hombre posiblemente muerto. Cuando llegaron a la entrada cada uno tomó un folleto del Zoológico más un mapa de las diferentes zonas.

Rengoku: Bien, más les vale a todos no separarse ¡ni hacer un desorden! ¿De acuerdo?

Todos: Si.

Rengoku: Y por último ¿quién va a sostener la correa de Tokito esta vez?

Todos/Sanemi: ¡Pasó!

Sanemi: ¡Diablos! ¡Siempre se me olvida! – tomó la correa de Muichiro y lo miró molesto. – más te vale comportarte si quieres que esto salga bien.

Muichiro: ... ... Quiero orinar.

Sanemi: Diablos.

Iguro: Oigan ¿nadie a visto a Kaburamaru? Lo tenía- ¡ahí estás serpiente rastrera! – apuntó a este quien tenía intenciones de escaparse pero Iguro lo detuvo. – ya sé lo que planeas Kaburamaru, pero déjame decirte que no voy a dejar que te vallas y hagas "eso" de nuevo... no quiero que vuelvas a salir en animal porn.