Cuentos e Historias.

Esperanza.

Idea original: Pekka Locuras.
Cuento corto

El mundo constantemente se sumerge en una repulsión hacia aquellos que sólo buscan su bienestar, con el único objetivo de verlos tan rendidos como ellos perdiendo toda esperanza y monotonizando a la sociedad.

El miedo que genera tener a todos y todo  en contra tuya es algo con lo que no se lidia fácilmente y muchas veces daña  tanto que corrompe el alma, pero siempre queda una pequeña chispa que nos dice que no nos demos por vencidos y se llama Esperanza.

Para  Benjamin un chico de clase media que rondaba los 18 años lo aprendió de una manera demasiado dolorosa.

Desde que nació Benjamin pasó por cosas que no debería pasar un chico en su niñez, primero a sus 7 años observo el divorcio de sus padres y como lo que llamó vida normal cambiaba totalmente, quedándose con su padre pero aún con la esperanza de poder ver a su madre algunos días de la semana; esto hubiera sido haci si no fuera porque de manera repentina su madre se fue y no dio ni un mensaje de donde estaría o si volvería, dejando sin aquella figura maternal fundamental en el desarrollo de un menor.

Pero su vida no era mala su padre un hombre trabajador humilde y
y justo lo quería tanto, para su padre Benjamin era su mejor logro en la vida y pasarían 3 años en los que parecía que todo hiba en escalada, todo hasta que cumplió 10 años y su padre intento volver a amar de nuevo, teniendo una nueva pareja que si bien amaba al padre de Benjamin, su relación con este era complicada más no mala, Benjamin aceptaba con  buena cara a la pareja de su padre, al igual que ella aceptaba al hijo de Benjamin como el hijo de su esposo, su relación era por así decirlo algo formal, pero todo se desplomaria justo una noche cuando su padre volvía de un viaje de trabajo, mientras volvía en una avioneta uno de sus propulsores fallo provocando que callera y que todos los tripulantes de ese vuelo lastimosamente perdieran la vida, esa noche fue muy para Benjamin, pero recordó algo que su padre le dijo:

- el día que yo me valla no llores, no sufras, imagina que aunque no esté aquí en forma física siempre estaré para ti en tu alma, no dejes que nadie cambie tu esencia, no te dejes vencer.

Eso lo tranquilizaba más no lo aliviaba, pero aquellas palabras fueron clave para sobrellevar la situación.

La que era la pareja de su padre entendía perfectamente la situación de Benjamin y  con franqueza pero de la manera más humana posible le dijo al joven.

- siento tanto lo que paso, ambos amábamos a tu padre, era un hombre que tenía un gran corazón, pero yo no puedo obligarte a tomar una decisión, debes tu elegir cual será tu camino, te quedas conmigo e intentamos vivir como una familia unida o puedes vivir con tus abuelos y así olvidar todo esto, sin rencores, sin culpas, sin dolor.

Benjamin aún con un dolor en el alma pensaría y terminaría eligiendo vivir con sus abuelos, deseandole lo mejor a la que fue la pareja de su padre y no viéndola nunca más.

Pasaría el tiempo y la paz volvería a su vida sus abuelos lo cuidaban y lo querían mucho y el tenía el recuerdo de su padre como una calidez que sentía en el corazón, porque el sabía que todo lo que su padre alguna vez hizo lo hizo para que el pudiera estar bien.

Se sentía tan feliz, pero como todo chico llegaría a uno de los puntos más fuertes de la adolescencia los 15 años y muchos procesos psicológicos y físicos lo  rodearian, asistía a la secundaria con normalidad pero empezaba a experimentar emociones nuevas, sensaciones que se le hacían extrañas, se empezaba a interesar en cosas que antes no, uno de tantos días de cambio se empezaría a fijar en una hermosa chica que observo en la biblioteca, la  veía como alguien admirable y que era de verdad radiante, poco a poco se fue acercando a ella y ambos se hiban conociendo y formando un vínculo que hiba más allá de la amistad y un glorioso día ambos se declararian su hermoso amor y Benjamin se sentiría pleno, en pocas palabras se sentía el rey del mundo, hasta que a finales de ese año su abuela caería enferma y para poco tiempo después de que Benjamin cumpliera 16 esta falleciera otra vez la tristeza lo inundaba, pero esto nublaba su juicio y lo hacia tomar decisiones y acciones muy equivocadas, su alma se oscurecía y sangraba, como consecuencia de esto alejaba a su amada novia que sólo buscaba apoyar a su novio y aunque ella buscaba de mil formas se daba por vencida y alguien sin que Benjamin y sin que ella misma se diera cuenta empezaría a entrar a su corazón y como empezó todo acabó una tarde la hermosa chica que antes era la amada de Benjamin lo había citado a un café y ya ahí la chica se desahogaria contando que su relación tenía que acabar antes de que se hicieran daño, Benjamin reconoció su error y le dijo:

- no te sientas culpable, me comporte como un idiota y te aleje, solo espero que te sientas muy feliz al lado de tu nuevo amor.

Se retiraria de ahí entre sollozos y mientras camina entre la multitud lo atormentan los murmullos que lo critican sin saber lo que sufre y con mucho esfuerzo casi de rodillas llega a su casa y va a abrazar a su abuelo pues es lo único que le quedaba y consolandolo su abuelo le diría:

- pobre de mi nieto que vida te ha tocado, no has llegado ni a la mitad del camino y ya perdiste a las personas más importantes de tu vida, pero siempre debes  tener esperanza porque si no la pierdes siempre te quedarán fuerzas para seguir luchando.

Esta frase se repetiría en su mente ahora de 18 años, el estaba parado enfrente de la tumba de su abuelo que al igual que su abuela falleció, y aunque  se sentía triste sabía que quedaba una chispa que lo motivaba a seguir algo que lo impulsaba, lo había perdido todo pero aun tenia un largo camino que recorrer y creía que aun había Esperanza.