24. Verdades

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Draco sintió que el cerebro le palpitaba

Nada tenía sentido...

La escuchó decir "debemos terminar" y de ahí en más el resto simplemente no lo registró...

Luego ella le plantó un suave beso en la mejilla y se fue de allí tan rápido que ni siquiera le había dado tiempo a detenerla...

Dejándolo atónito, confundido, aturdido, con una maraña de emociones que no sabía cómo lidiar...

Pero sabía que debía empezar por ver el origen de la extraña tontería que había cruzado por la mente de su castaña al tomar semejante decisión idiota...

Caminó a paso decido hacia la torre de premio anual de Gryffindor, buscando al posible origen de esta desagradable situación

Narcissa llevaba una venda en la nariz amoratada, mientras arreglaba sus cosas

Draco se sorprendió ante la imagen de su madre en ese estado

—Madre...- la llamó

Narcissa lo miró como si no pasara nada

—¿Qué diablos ocurrió?.- le preguntó sorprendido y preocupado

—Me golpee con una puerta hijo, nada de importancia.- ella continuó a lo suyo

Draco la observó extrañado y su ágil mente hiló los acontecimientos... El puño sangrante de Granger y la nariz amoratada de su madre sólo podía significar una cosa...

Sobre todo si ya lo había experimentado en carne propia en tercer año...

Llevó una mano al puente de su nariz con cansancio

—Madre... ¿Qué ocurrió con Hermione?, ya no más mentiras por favor, estoy cansado de ello.-

Narcissa lo miro sin interés

—Ella no es lo que crees que es, hijo... Finalmente entendió que era lo mejor, para ti y para todos...- la elegante mujer esquivó

—¿Qué se supone que era lo mejor?, alejarme de la única persona que me hace feliz... ella es la única cosa buena que me ha ocurrido tras esa horrible guerra, ¿por qué te empeñaste en alejarla de mi?, espero que estés satisfecha con lo que sea que le hayas hecho, lo has logrado, hiciste que nada más ni nada menos que Hermione Granger quisiera renunciar...-

Draco sacó el anillo y lo colocó con firmeza en la mesa mirándola a los ojos

Narcissa jadeó y se sorprendió

—Draco... Ese anillo...-

—Es de la abuela Lesath Malfoy, ella me lo ha dejado a mi, para quien yo le diera un lugar especial en mi vida... Y quería dárselo a ella...- El rubio miró el anillo con tristeza

—Puedes dárselo a Astoria...- ella le sonrió con ternura

El rubio la miró con tanta decepción, que Narcissa retrocedió

Jamas había visto una expresión tan desolada en su amado hijo

Como si estuviera realmente desilusionado y cansado...

—Esa chica es veneno para ti... Ella te cambió... Antes sabias perfectamente quien eras.- afirmó tozudamente, intentando no verse impactada por el semblante triste de su hijo

Draco rió bajito amargamente mientras negaba levemente con la cabeza

—Es curioso, considero que es al revés... Siempre creí que quería ser como padre, fuerte, poderoso un perfecto mago de alta sociedad... Hasta que lo vi como lo que era en verdad, nada más ni nada menos que un triste ser humano roto, podrido, con un final igual de desolasor... Y gracias a la cruda realidad sobre lo que implicó ser un sangre pura en la guerra, me di cuenta que, toda mi jodida vida me he sentido solo... Perdido... Creyendo que ese es el tipo de destino basura que merecía por llevar esta sangre en mis venas...-

𝐀𝐦𝐨𝐫𝐭𝐞𝐧𝐭𝐢𝐚 (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora