🌊 { 018 } 🌊

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Ideas dadas por Tomioka_soy_tu_simp y AnethCamila, las adoro a las dos, un abrazo y un beso a cada uno.


Nos encontramos a las afueras de la finca, en el bosque que rodeaba el que fue en su día el hogar del Pilar del Agua.

Iguro estaba sentado en una roca, pensando y reflexionando sobre lo dicho en las cartas de su difunto compañero Pilar.

La verdad, como Uzui, no sabia exactamente como sentirse con todo esto, y sobre todo con las palabras de Tomioka le dirigió en su carta, la verdad nunca intento interactuar con el pelinegro, ni en las misiones que compartían, y cuando el se acercaba, siempre lo trato con desprecio por lo que decían los demás de Giyu y nunca se tomo el tiempo de conocerlo de verdad.

Fue un hipócrita.

Levanto la mirada, viendo al pilar de cicatrices derribar un árbol luego de atracarlo con una poderosa estocada de su espada, suspirando.

A pesar de lo que aparentaban al resto, él y Sanemi eran cercanos, ninguno de los dos aceptarían que eran amigos, pero lo eran, aunque lo negaran.

Así que no se extraño al ver a Sanemi sacar todo su enojo, su ira y tristeza con los pobres arboles.

Sanemi por otro lado estaba lleno de tristeza, odio consigo mismo y por los demonios.

Por muy loco que sonara, Rengoku no era el único enamorado de mamá Tomioka, Sanemi igual lo amaba.

La forma en que todo comenzó fue cuando Sanemi y Tomioka se conocieron, el peliblanco aun lo recordaba bien, fue el primer día de primavera, cuando vio al pelinegro, al principio quiso acercarse, pero por la actitud fría del Pilar del Agua las cosas no fueron fáciles entre los dos, además, de nada sirvió que Sanemi se ponía nervioso y terminaba insultándolo.

Pero con el tiempo y las misiones compartidas, se dio cuenta que Tomioka a su manera era lindo, de como intentaba acercarse a él invitándolo a comer Ohagis, claro que siempre era rechazado con insultos.

Pero con el tiempo, conoció otras facetas de Tomioka que no muchos conocían.

Como que era bueno con los niños, siempre lograba calmarlos.

Que era quien más entrenaba.

Le gustaba tener en ocasiones el pelo suelto en invierno.

Buen costurero.

Se preocupaba por su viejo cuervo.

En ocasiones podía ser impulsivo.

Como la vez que los dos fueron de misión de Hajime, ya habían acabado y estaban volviendo, cuando los dos pelinegros aparecieron con un gato en brazos de Tomioka, el de mayor estatura explico que Giyu lo encontró y que lo iban a llevar a un lugar seguro, mientras el gato jugaba con la nariz del Pilar de ojos azules.

Tenia que aceptar que  a pesar de mostrarse enfadado con eso, por dentro se estaba muriendo de ternura al ver al gato jugar con la nariz de Tomioka.

Fue así que sin poder evitarlo, se enamoro de Tomioka.

Ya no podía matar al demonio que le arrebato a su primer y único amor, por lo que destrozo los arboles para dejar salir su ira, su corazón destrozado pedía a gritos llorar por la muerte de su amado, pero al mismo se negaba a hacerlo, no con Iguro.

El pelinegro miro como el peliblanco dejaba de destrozar los arboles, sus manos temblaban, suspiro y se levanto de donde estaba para irse a la finca.

Sanemi necesitaba tiempo a solas.

Solo valoras lo que tienes hasta que lo pierdes [Demon Slayer] [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora