Solo valoras lo que tienes hasta que lo pierdes [Demon Slayer] [Yaoi]

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Tras leer las cartas, todos se quedaron en la casa de los jóvenes, o bueno, su ahora casa, ya que era de noche y era peligroso salir, y más al ver el estado de algunos, Tanjiro quiso llevarse a Nezuko, pero ella se negaba a salir de la cama del pelinegro, por lo que al final los 4 jóvenes se quedaron en la habitación de Giyu, mientras el resto tomo otras habitaciones de la casa.

Kanzaburo estaba en el patio, con la carta de Tomioka, miraba al cielo, y recordó los buenos momentos que vivió junto a su compañero, sobre todo uno que le gustaba mucho.

Fue cuando le presento a Tomioka a sus nietos. 

*Recuerdo*

Kanzaburo: -son mis nietos- le dijo a Tomioka

Tomioka quedo sorprendido y no supo que decir, mientras miraba a su viejo curvo, que estaba con 4 pequeños bebés cuervos con desordenadas plumas.

Kanzaburo: -acarícialos por favor- le dijo algo divertido

Había notada que Tomioka no sabai que decir por los nervios, así que dijo eso.

Tomioka: -¿Enserio puedo?- pregunto dudoso

Kanzaburo asintió, el pelinegro acerco la mano a uno de los bebés, que contento se subió a la mano, mientras los otros volaron, uno se puso en la cabeza de Tomioka, mientras los otros dos se pusieron cada uno en uno de los hombros del cazador.  

Tomioka: -(yo....los protegeré con mi vida)- pensó decidido mientras temblaba un poco

Kanzaburo miraba feliz como Tomioka abrazaba a sus nietos, y les daba besos, los cuales eran recibidos con las alitas abiertas por los bebés, eso hizo que Kanzaburo recordara cuando Tomioka conoció a sus hijos.

A lo lejos, pudo ver a Tanjiro, y casi pudo jurar que estaba llorando al verlos, pero no sabia por que, pero no le tomo importancia.

*Fin del recuerdo*

De los ojos del cuervo salían pequeñas lagrimas mirando al oscuro cielo, donde podía jurar ver una nueva estrella brillar, y se alegro un poco pensando que esa nueva estrella era su amigo, ya que recordó que una noche oscura como esta, Tomioka le dijo que si moría, seria una estrella, ya que así iba a poder vigilar a las personas que quería cada noche y protegerlos de demonios.

Un deseo que al parecer se cumplió, al ver la curiosa luz que deprendía la estrella, que era de color azul.

Un azul como los ojos de Tomioka.