El club de las tontas (2yeon)

10.- Enamorar a Nayeon

Tenía que hablar con Mina inmediatamente, decidió guardar el secreto, pero estoy segura que va querer algo, nadie hace algo así sin esperar nada a cambio.

Llamé a Mina para pedirle que habláramos en su casa, no me contestó, pero sé que no tendrá ningún problema si voy. Salí caminando rápidamente de mi casa, al llegar note que solo se encontraba Mina por la falta del auto de sus padres.

Entre sin tocar como si fuera mi propia casa, sin hacer ruido subí hasta la habitación de Mina y abrí la puerta completamente. Mala idea.

–¡JEONGYEON!– Mina se levantó rápidamente de la cama, donde al parecer, se estaba ¿besando? con Nayeon.

–Tengo tan mala suerte que siempre las encuentro en sus actividades raras– dije con fastidio.

–No estábamos haciendo nada– Nayeon se levantó arreglando sus ropas.

–No soy tonta, sé lo que estaban haciendo– volteé los ojos y me crucé de brazos –De todas formas, tengo que hablar contigo Mina– puse la mirada en ella.

–Estoy en medio de un trabajo escolar– contestó en voz apenas audible.

–Cierto, ¿Anatomía humana o los besos sólo eran de calentamiento?– dije con burla.

–No estábamos haciendo nada, loquita– dijo Nayeon volteando los ojos –pero no importa, tal vez podemos seguir con el trabajo mañana, no te preocupes Mina– volteó a verla con una sonrisa.

–Pero, es que yo... bueno– habló Mina con voz desanimada.

–Nos vemos mañana Mina, pasas por mi– se acercó a darle un beso en la mejilla y después se encaminó a la puerta de la habitación –adiós tonta– se despidió de mi con una palmada en la cabeza.

–¿Qué quieres?– escuché la voz de Mina después que no había ni un rastro de Nayeon.

–Tengo que hablar contigo de las bromas, de hecho, te mandé un mensaje, pero como estabas taaan ocupada no lo viste– entre en la habitación y me senté en la silla que tenía junto a su escritorio.

–No quise contestar, ya sabes, estaba en algo con Nayeon– dijo volteando los ojos.

–Como sea, en realidad venía para pedirte que dejemos esa apuesta atrás– hablé tranquila.

–¿La de Nayeon?– asentí contestando a su pregunta –te veías muy convencida cuando iniciamos, no te gusta Nayeon ¿verdad?– preguntó con burla.

–Que tonterías dices Mina, le prometí a mi madre que no haría nada más– dije con fastidio en mi voz –aunque la que parece gustar de Nayeon eres tú– agregué con una sonrisa burlesca.

–Por favor, creo que quedó más que claro que ella me gusta, es hermosa– volteó los ojos.

–Si en algún momento llegas a salir con ella en serio y se entera que todo fue un plan para enamorarla ¿Qué harás?– pregunté con curiosidad.

–Te estás perdiendo Jeong, no voy a enamorarme, ya sabes que el plan solo es acostarnos con ella y listo– se recargó en la cabecera de su cama cruzando los brazos.

–No voy a hacerlo, aparte, Nayeon no lo merece– me levanté de dónde estaba, dispuesta a terminar la conversación.

–Pues que mal, querida Jeong, si empezaste tienes que terminar– se levantó de igual manera – recuerda que hay dinero en juego.

–No me importa– levanté los hombros restándole importancia.

–¿Estás hablando en serio?– preguntó con incredulidad.