dos.

1.2K 134 18
                                    

"¿crees que chan está bien, changbin?" felix llamó la atención del pelinegro, que engullía como si no hubiese un mañana ramen instantáneo y le prestaba poca atención a algo que no fuese su comida.

levantó la vista cuando su mejor amigo le llamó y el rubio le apuntó a chan con unos de sus palillos, mientras levantaba una ceja.

changbin se fijó, con la boca llena, en chan. frente a ellos, chan miraba un punto muerto entre ellos dos, con un envase de arroz con kimchi a medio comer y tan ensimismado, que changbin, por un momento, pensó que estaba durmiendo, ya que no le veía los ojos por el largo cabello. pero chan, lento como una tortuga, tomó entre sus palillos un poco de arroz y lo subió lentamente hasta la altura de su boca, intentando comerlo. pero, antes de siquiera llegar a sus labios, el arroz se había escurrido hasta el envase nuevamente, parte de la mesa y de sus pantalones, y chan ni siquiera había puesto los palillos en su boca cuando ya había masticado.

changbin miró a felix, masticando todo el ramen que tenía en la boca antes de hablarle.

"sí, claro que sí" changbin asintió, con los ojos abiertos y volviendo a su comida, esta vez para llevarse un par de salchichas a la boca.

felix miró a chan por dos segundos más, el pelirrojo ni cuenta se había dado que el arroz había caído a su pantalón, pero, tal vez estaba tan acostumbrado a chan con su torpeza, que se encogió de hombros y se llevó una porción de fideos a la boca, sin dejar de mirar con una sonrisa tierna la actitud de chan e ignorando olímpicamente al pelinegro por el pelirrojo, escuchando a duras penas a changbin y respondiéndole con monosilabos.

chan, mientras tanto, se sentía tan ensimismado, que las voces de sus dos mejores amigos se escucharon tan lejanas para él, como pequeños murmullos indescifrables.

¿por qué carajos ese tal minho le había dejado tan mal? jamás le había pasado anteriormente, ni siquiera con sus ex novias y novios.

y chan realmente no lo entendía, no entendía por qué había encontrado tan bonito a minho, cuando no era para nada su tipo. minho era más alto que él, lo había comprobado cuando el chico le extendió la mano y notó que era alrededor de uno o dos centímetros más alto que él, cuando a chan le gustaba apoyar la barbilla en la cabeza de sus parejas cuando les abrazaba. minho tenía las manos más grandes que él, cuando a él le gustaba envolver la mano contraria al tomarse de las manos.

minho era un hombre y chan nunca antes había sentido todo eso tan rápido por uno, ni tan profundo, con sólo haberlo visto diez minutos. ni siquiera con una mujer había caído tan rápido.

chan sacudió la cabeza, saliendo de sus pensamientos al sentir cómo algo impactaba contra su mejilla derecha y fijó su vista en felix, que, con una ceja arqueada y una uva en la boca, le miraba extrañado. mientras tanto, changbin se engullía tres de las uvas que felix tenía en la mano de una, aspirándolas desde su propia mano como una aspiradora.

"¿qué pasó?" preguntó extrañado, y mirando cómo sus dos amigos rodaban los ojos. changbin le apuntó con uno de sus palillos sus propios pantalones. y él, bajando la vista, quiso realmente golpearse el rostro hasta sacarse un diente al ver su pantalón favorito manchado con el aceite del arroz.

"no sé, dinos tú" changbin se encogió de hombros, recibiendo un golpe de felix cuando volvió a robarle una de sus uvas. "estás más raro de lo normal".

felix asintió y chan negó con la cabeza, mientras tomaba una servilleta y se quitaba los granos de arroz de su pantalón con cuidado e intentaba limpiar la pequeña manchita, rindiéndose al cabo de unos segundos, al darse cuenta de que sólo saldría si su madre la metía a la lavadora.

miró su teléfono por curiosidad, percatándose de que ya eran más de las cuatro de la tarde.

jeongin.

𝗸𝗶𝗻𝗱𝗲𝗿𝗴𝗮𝗿𝘁𝗲𝗻 𝗯𝗼𝘆,  𝖻𝖺𝗇𝗀𝗂𝗇𝗁𝗈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora