doce.

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"date la vuelta, bestia" jeongin le chilló molesto, pero, finalmente, se dió vuelta hacia la pared del pasillo fuera del departamento de minho.

la risita de minho fue evidente, pero también muy corta, cuando chan lo jaló de la cintura para chocar ambos pares de labios en un beso matutino de buenos días. minho dejó morir su risa, envolviéndose en el beso que chan le estaba dando y subiendo sus manos al cabello de éste mismo para jalarle hacia sí y profundizarlo.

los labios de minho sabían a manteca de cacao, dulce y suave; a chan no le gustaba especificamente, pero en minho sabía bien. lo disfrutaba.

mordisqueó esos labios con entusiasmo, haciendo tambalear a minho en su puerta y sacarle un bonito jadeo bajo.

se separaron de forma abrupta, ambos respirando profundamente y minho con un adorable sonrojo y una sonrisa suave adornando su bonito rostro. chan estaba satisfecho con el resultado; los labios de minho estaban rojos por sus mordidas y bien besados, la camiseta del chico fuera de sus pantalones y el rostro contraído en una mueca de satisfacción.

"buenos días, precioso" murmuró, con la voz ronca y relamiéndose los labios para quitar el exceso de manteca de cacao.

"buenos días, chan-ah, ¿cómo amaneciste?" preguntó el mayor, tomando del perchero su gran chaqueta y su bolso para finalmente salir del departamento donde vivía.

chan le tocó la cabecita a jeongin, quien se giró con un mohín en los labios y camino a pisadas de pingüino hacia minho, atrapando la pierna derecha de éste en su cuerpito y refregando su naricita de poroto en la tela del pantalón de éste mientras cerraba la puerta.

"mucho mejor ahora que te veo, honnie hyung" minho soltó un bufido en broma, incapaz de ver a chan a los ojos y extendiendo su mano para acariciar las suaves hebras de jeongin y disimular su vergüenza.

"¿y tú, bebé?" preguntó dulcemente al niño, que seguía refregando su nariz en su pierna.

jeongin se separó mínimamente de minho, alzando su cabeza para mirarle bien.

"hyung me dió leche con sal de desayuno" murmuró, tomando por sorpresa a minho, quien miró con el ceño fruncido a chan.

chan hizo una mueca de arrepentimiento, llevándose una mano a la nuca para rascar el cabello de allí.

"tenía tanto sueño, que le eché sal a la leche de jeongin" confesó avergonzado, recibiendo otra risita de minho.

el castaño terminó por cerrar la puerta de su departamento y le extendió la mano a jeongin que seguía en su pierna. el niño le miró por un par de segundos, antes de soltarse y agarrar entre su manito custro dedos de minho con dificultad.

minho suspiró contento, sintiendo a su otro lado su mano ser acaparada con el tacto de chan contra su palma y cómo éste le elevaba su mano y besaba el dorso de esta cariñosamente, antes de ser suavemente jalado al ascensor para ir al primer piso y por fin dirigirse al jardín infantil. dejó que chan apretara suavemente sus dedos, le gustaba esa sensación, era como una pequeña descarga eléctrica que le movía todo el cuerpo cuando chan apretaba su mano suavemente y con cariño.

tomando a jeongin por las axilas, subió al niño al auto cuando llegaron a éste y lo sentó en su sillita especial, abrochándole el pequeño cinturón de seguridad para finalizar tocando la pequeñita nariz del bebé con su dedo índice. jeongin le bostezó de vuelta, con sueño.

chan caminó hasta el asiento del piloto, subiendo y acomodando su chaquetón, antes de mirar con una sonrisa a minho subir en el asiento del copiloto.

"hoy debo salir un poco más tarde, tengo que hablar con uno de mis compañeros por un proyecto y no podré ir a buscar a jeongin justo a la hora" anunció, llamando la atención de minho. "¿te molesta si jeongin se queda contigo en tu departamento y luego voy? podríamos pedir pizza para cenar".

𝗸𝗶𝗻𝗱𝗲𝗿𝗴𝗮𝗿𝘁𝗲𝗻 𝗯𝗼𝘆,  𝖻𝖺𝗇𝗀𝗂𝗇𝗁𝗈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora