LOST WHAT?!

Capitulo 4: Mellizos

POV Harry

Todavía no sé si fue casualidad o deseo de alguna divinidad dudosa, pero sorprendentemente, Niall no se desmayo, ni se echo a llorar, ni nada por el estilo. El chaval mantuvo la compostura mucho mejor que nosotros, he de admitir.

-¡Vaya! Qué casualidad! El cumpleaños de Niall también es el 13 de Septiembre!- exclamó Louis a mi lado, más entusiasmado que un niño con un juguete nuevo.

-Lou... no...- empezó Liam con suavidad.

-No es una casualidad Louis. Eres del 93, ¿verdad? - Niall miro a Adriana con seriedad en lo que esta asentía con la cabeza. - Somos mellizos.

Apenas fue un susurro, pero lo suficientemente alto como para que todos lo oyésemos, sorprendiendo únicamente a Louis, que todavía no había caído en la cuenta.

Otro silencio. Pesado y cargado de miradas que no sabían que decir. Miradas que querían decir 'lo siento tío' o ' ¿estás bien?' o incluso ' te entendemos', aunque no lo hiciésemos. Miradas vanas, en realidad, pues Niall se limitaba a mirar fijamente a Ariadna, como si de la más bella de las diosas griegas se tratase. La chica, por su parte, tenía la vista fija en el suelo, como si de repente se avergonzara de su revelación.

¡A buenas horas se avergüenza aquí la niña! Joder, que morro tiene.

-En realidad da igual, esto no cambia nada. Sigues siendo la hermana de Niall, melliza o no. Eso ya es suficiente... inconveniente para nosotros, no te ofendas.- quiso calmar el ambiente Liam, la voz de la razón.

-¡¿Cómo que no cambia nada Liam?!- el irlandés estaba poniéndose rojo de rabia, parecía a punto de morder a alguien- Cambia, claro que cambia. Cambia porque, de alguna forma, mi madre decidió deshacerse de ella y no de mí. ¡Eso no está bien joder!

-Ni, tranquilízate ¿vale? Seguro que todo tiene alguna explicación.- intervino Zayn, tratando de volver a sentar al rubio que se había levantado en su arrebato.

-En realidad la tiene, y no le guardo ningún rencor a tu madre, Niall. Estoy segura que si le preguntas te contará la historia. Mi propósito al venir aquí no era empezar una guerra familiar.

-Pues parece que aunque no lo quisieras, lo has hecho, niña.- le respondí entre dientes.

-Cállate Styles, esto no es de tu incumbencia. Además yo ya he terminado aquí, ya he cumplido con mí... misión o lo que sea, ahora puedo volver a casa, así que no os molestare más, no te preocupes.

-Espera, espera, dices que tenías que conocer a tu familia biológica. Y si ya has terminado... ¿has estado ya con Greg? ¿Y con mamá y papá?

-Sí. Veras, yo vivía en Irlanda y ya que ellos también, era lo más lógico visitarlos a ellos antes de volar hasta aquí a verte a ti. -dijo dudando.

Yo me retorcía en mi asiento. Sabía, solo por la cara que se le estaba poniendo que nuestro amigo iba a explotar en cualquier...

-¡¿Y NO ME PODIAN HABER AVISADO?! Dios, de mamá lo podría esperar, es vergonzoso para ella al fin y al cabo. Incluso se lo habría perdonado a papá. ¿Pero Greg? Ese cabrón podría haberme dicho algo, no sé. Un mensaje de 'nuestra nueva hermana esta de camino, quiere conocerte' hubiese bastado, ¡TAMPOCO LE COSTABA TANTO!

Lo que yo decía, explosión. Que pensándolo bien, es perfectamente normal. Debe de sentirse entre traicionado y asustado y otro millón de cosas más que nosotros ni alcanzamos a imaginar. Pobre...

-No la tomes con ellos. Yo les dije que no te dijeran...

Y empezó a sonar un teléfono móvil. Niall miro al suyo que estaba encima de la mesa, pero no era ese. Tampoco eran del resto de los chicos; el mío y el de Louis estaban en la habitación, el de Zayn estaría perdido entre sus sabanas, y el de Liam... a saber, a lo mejor en la cocina, pero no lo llevaba encima.

-Perdonad, es el mío. Dadme un segundo.-se disculpó Ariadna saliendo al pasillo.

-Esto es de locos, de locos... ¿Cómo se lo vamos a contar a Modest!? Nos vamos a meter en un lio...

-Liam, no se lo vamos a decir a Modest! No les importa, es mi familia, mi hermana, mi problema.

-Ni, no es solo tu problema desde...

-¡¿Os vais a callar los dos?! Intento escuchar lo que dice aquí la intrusa!

-Harry, no es ninguna intrusa es...

-Shhhhhh!

Con un gesto de mano se callaron todos y, imitándome, se inclinaron en los sofás donde se sentaban, para captar mejor algunas de las palabras que podíamos escuchar a través de la puerta abierta del salón.

-...Jess, escúchame! No, no voy a tardar en volver. Ya lo he encontrado y ya he hablado con él, suficiente. Volveré en una semana o dos, todavía tengo que hablar con Dylan aquí.

Silencio. Supusimos que la otra persona estaba respondiendo.

-Ya, ya lo sé... no me digas eso que suficientemente mal me siento ya. Si necesitas más dinero cógelo de mi cómoda, en el tercer cajón. No es mucho pero... en fin, es lo que tengo.

Otro silencio.

-Vale, vale, venga, adiós adiós. Te llamo en un rato. Yo también os quiero.

Y pasos que se acercaban. Rápidamente nos volvimos a sentar tal cual estábamos en los sofás, disimulando lo mejor que podíamos, que no era muy bien (no éramos actores, ¿vale?).

Nada más entrar en la habitación de nuevo, la chica empezó a recoger su bolso.

-¿Te vas ya? ¿No te puedes quedar un poco más?- dijo Niall levantándose otra vez y acercándose a su hermana.

-En realidad no, tengo... algunas cosas que hacer aquí y el viaje ha sido un poco agotador. Pero...- cogió un trozo de papel de encima de la mesa y con un boli que sacó del bolso escribió un número.- aquí te dejo mi número de teléfono. No creo que te interese, pero si quieres saber algo más o lo que sea, llámame.- le dijo a Niall extendiéndole el papel. - Ha sido un placer conocerte... conoceros, a la mayoría.

Eso último lo dijo mirándome, pero no me lo tome a pecho. Al fin y al cabo, el sentimiento era mutuo, yo tampoco estaba encantado de conocerla.

Sin decir mucho más y despidiéndose con un gesto de cabeza, cogió sus maletas y se dirigió hacia la salida. Esta vez Liam si que se ofreció a ayudarla, ayuda que declino educadamente (o todo lo educada que puede ser alguien como ella, o sea, diciéndole, 'No hace falta ahora, machote, podrías haberte ofrecido al entrar') y se marcho de nuestra casa dando un pequeño portazo.