— ¡Killua! — exclamaba el moreno con una sonrisa, encaminando hacia la carpeta del albino —.
El albino al escuchar esa voz que ya lo tenía catalogado: "voz irritadora", suspiro cansado. Ese moreno no le dejaba un día en paz a Killua y cuando él tiene la oportunidad de hablar con el albino, le hace una tormenta de preguntas, dando una apariencia de acosador.
Ya parecía que es una más de las chicas que está interesado en el albino, uno pensara eso cuando no sabe su propósito de tanta insistencia, pero eso no es posible, Gon se encarga de recordar con esa sonrisa boba que se forma en su rostro.
"Adorable" pensara todos, "infantil" piensa la única mente y en contra de hacer amigo con el mencionado.
— ¿Hacemos el trabajo juntos? — pregunto con una sonrisa, teniendo en sus manos libros del curso —.
Killua pensó unos segundos, no para que el moreno reciba una aceptación, sino, buscar una excusa o algo que detuviera los planes del moreno. Un chico pelirrojo que entraba el salón es captado por los ojos zafiros y una idea ya fue formulado en su mente.
— No es posible, ya estoy trabajando con ikalgo — dijo el albino, detectando el sobresalto del pelirrojo al escuchar su nombre —.
— ¿Eso es verdad Ikalgo? — pregunto curioso el moreno, dirigiendo su mirada al mencionado que estaba en confusión absoluta—.
Ikalgo que se sentaba a costado del albino y unos de los amigos de Killua, está en un lio en su mente, con solo escuchar su nombre, supo que está metido en otros de los planes del albino contra el moreno. Siempre se preguntaba "¿Porque no acepta ser su amigo?", no había nada de malo y, además, Gon no es una mala persona para rechazar.
Cada uno tienes sus motivos, pero la del albino es tan floja: "Solo no me apetece ser su amigo" no se conocen y ya rechaza a Gon en el primer día, Ikalgo le daba un pinchazo de ganas en negarse, conociendo a Gon va a insistir hasta quedar sin voz a Killua, una escena graciosa, pero él quiere vivir y por lo cual va a aceptar.
— Si... es verdad, estoy haciendo el trabajo con Killua — dijo Ikalgo, su voz fue pesada y pocas ganas de pronunciar las palabras—.
— Bueno... — pronuncio Gon en un susurro, su sonrisa volvió y miro directamente al pelirrojo — Para la próxima del trabajo en grupo ¿Podrías dejar que Killua trabaje conmigo? — pregunto esperezado y una respuesta positiva —.
— O-of course —por los nervios hablo inglés. Sintió claramente la mirada asesina del albino, cometió un error sin querer en hacerlo —.
Gon que no es tan bueno hablando inglés, consiguió traducir mentalmente esa palabra, es tan básica que lo entendió al instante y lo bueno de entenderlo, es que fue una respuesta positiva. Con esa emoción encamino a su carpeta, dejando a ese par solos.
— Que dios me acompañe —.
Ikalgo en toda la clase tuvo cosquilleos en su espalda como un signo de peligro.
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— ¡Lo siento mucho! — exclamo Ikalgo, ante las movidas tosca que le hace el albino hacia su camisa —.
— ¿Sabes lo que hiciste? me reservaste un día indefinido con un osito cariñosito — hablo entre dientes y con la imaginación de esa fecha, le aterra y mucho —.
Ikalgo iba responderle en su defensa, pero el sonido de la puerta abriéndose de la azotea llamo la atención y más quien lo abrió: un "rubio" de cabello desordenado, piel blanquecina y sus gafas de sol, innecesario en un día de frio. Lo reconocieron al instante aquella persona que caminaba en una pasarela de moda.
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¿Cómo una broma puede cambiar tu vida?
Hayran KurguGon, un estudiante de 14 años, el amigo de todo el colegio y su objetivo siempre serán los nuevos. Killua, una persona que le encanta hacer bromas y mentiras, que una de sus jugadas le llevaran en contra a el mismo. Esa broma que no esperaba la res...