A la mañana siguiente, los rayos de sol traspasaban las finas cortinas iluminando la habitación con aroma a sexo. Axel despertó abrazado a ella oliendo su pelo, cosa que le encantaba, ya que este estaba totalmente despeinado en la almohada. Los dos estaban desnudos únicamente tapados por una fina manta de seda.
La noche anterior fue indescriptible, nada se sentía mejor. Hubo un cúmulo de sentimientos y pasiones juntas, como nunca había sentido practicando sexo. Con ella todo era más intenso y mejor. Efectivamente, era virgen y la felicidad que le propició al saber que él era el primero fue infinita. Sin poder resistirse, le besó suavemente su desnudo cuello, consiguiendo que se moviera levemente.
- Buenos días – susurró ronco dejando besos por su mandíbula
Esta sonrió por lo cariñoso que se encontraba, aunque realmente descubrió lo dulce y pasional que era la noche anterior. Conectó con Axel de una manera que nunca pensó que sería posible.
- Buenos días – dijo sin abrir los ojos, girándose hacia él
- Eres preciosa – comentó al ver su rostro
Como respuesta ella escondió la cabeza en su pecho, divertida.
- ¿Por qué te escondes? – rio mirando hacia abajo
- Porque me da vergüenza que me mires tanto – dijo desde su posición
- ¿Cómo te puede dar vergüenza? – preguntó divertido, obligándola a sacar la cabeza de su pecho
Conectaron la mirada y a continuación la besó tiernamente. Seguidamente, Bella se sentó, sin soltar la manta que cubría su desnudo cuerpo.
- Voy a ducharme – dijo mirándole
- ¿Puedo acompañarte? – preguntó pícaro
- Preferiría que preparases el desayuno – respondió sonriente
- Dirás pedirlo – respondió junto una sonrisa divertida
- Pues eso – rio levantándose
- ¿Enserio no puedo acompañarte? – preguntó admirando su perfecto cuerpo, sin ninguna tela de por medio, mientras se mordía el labio inferior
- Tranquilízate, lobo – dijo junto una sonrisa de oreja a oreja, antes de entrar al baño
Se limitó a sonreír irresistiblemente, poniéndose los pantalones de pijama del suelo. Madre mía, lo pilladísimo que se sentía de ella dejó de asustarle, así comenzando a apasionarle.
Después de desayunar se acurrucaron en el sofá mientras miraban el mar, brillante por el solazo que hacía aquella mañana. Axel estaba en pantalón corto y Bella con una camiseta de este. Ambos estaban en silencio, inmersos en sus pensamientos, aunque Axel lo estaba más.
- ¿En qué piensas? – le preguntó al verle concentrado mirando un punto fijo en el mar
Enseguida conectó la mirada con ella y esbozó una pequeña sonrisa.
- Nada – respondió perdiéndose en el azul de sus ojos
- ¿Seguro?
- Pensaba en lo a gusto que me encuentro ahora mismo contigo, sin nadie más – respondió antes de darle un beso
Bella enseguida esbozó una sonrisa y le respondió al beso. Al separarse y repetir la frase que acababa de escuchar mentalmente, se dio cuenta de una cosa... sin nadie más.
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Limerencia Sana
RomanceBella es una adolescente recién graduada del instituto que tiene su primer contacto con Axel, adulto de 22 años, haciendo una carrera callejera a plena luz del día. Ella tiene carácter, es sarcástica y vacilona, y presenta 0 interés en un tío como a...