Ogygia (Supercorp/WonderReign AU)

Capítulo 8

Mientras Calypso, Sam, Diana e Imra iban a buscar provisiones en la isla, —la primera principalmente a tomar sus cosas para llevarlas al yate—, Kara y Lena se encontraban en el mismo, específicamente en la parte donde se encontraba la caldera y el motor, el lugar se encontraba lleno de hollín por todas partes.

—Este yate es enorme –musitó Lena.

—Sí, lo es. Diana, Sam y Brainy dicen que es un yate, pero yo lo veo tan grande que me parece más bien un barco –bromeó Kara con una sonrisa que Lena correspondió–. Bien, empecemos por buscar el problema. Por cierto, ¿cómo es que sabes cómo reparar botes y yates?

—Pues, como dije, en la práctica no tengo idea, pero teóricamente si lo sé. He leído mucho sobre el tema durante los últimos años ya que mamá y yo siempre hemos buscado la forma de salir de aquí. Además, no es como que haya demasiado que hacer por acá, por eso leer siempre es una buena opción –respondió la ojiverde.

—Te entiendo. ¿Sabes? Lamento mucho el hecho de que hayas estado atrapada en esta isla durante tanto tiempo.

—Al principio no era tan malo, ¿sabes? Mamá y yo hacíamos cosas muy divertidas aquí, y de vez en cuando, mi madre aparecía a dejarnos cosas y hacernos compañía. Hermes también solía venir por aquí a menudo, pero poco a poco las visitas de ambos se han hecho más espaciadas, hasta que de pronto, Hermes dejó de venir y mi madre viene una vez al año a ver cómo estamos y a dejarnos cosas. La última vez que vino me dejó libros sobre los últimos avances tecnológicos y científicos de la década, ¿es cierto que tienen unos dispositivos para comunicarse a largas distancias? ¿Cómo es su nombre? –preguntó Lena, interesada.

—¿Un celular?

—¡Exacto! ¡Eso mismo! Por cierto... ¿cómo es eso de que soñabas conmigo?

Kara se sonrojó al escuchar la pregunta, pues casi había olvidado que había dicho tal cosa cuando la vio (o más bien atacó) por primera vez.

—Es algo curioso, en realidad... No lo entiendo muy bien, pero empecé a soñar contigo desde antes de que empezáramos con nuestra cruzada. En casi todos mis sueños me pedías que te salvara, pero no podía ver en dónde estabas. Desde ese día, con ayuda de Alex, Diana, Sam y yo hemos intentado saber quién eras –respondió la rubia una vez que se le pasó el sonrojo.

—¿Quién es Alex? –inquirió Lena, muy consciente de la punzada de celos en su pecho.

—Alex es la sheriff en Atenas, es una gran chica –respondió Kara–. Vive con su esposa Kelly. Ella es hija de Selene, y Kelly de Demeter.

—Oh, ya veo –Lena respondió como si nada, aunque dentro de ella se instaló la calma al saber que Alex no era pareja de Kara. Lena siguió ojeando el motor y todo el sistema del yate bajo la atenta mirada de Kara, hasta que dió con el daño que este tenía que lo había hecho "explotar", aunque en realidad no había sido eso–. Creo que encontré el daño.

—¿Qué fue lo que pasó? –preguntó Kara.

—Hay una obstrucción del conducto del gasoil y... la bomba de agua está vacía. Tiene sentido que se haya sobrecalentado, pero arreglar esto nos llevará dos días como menos, y eso si tienen las herramientas y los repuestos que se necesitan –respondió Lena, haciendo que Kara pusiera una mueca de preocupación–. Tienen los repuestos, ¿cierto?

—Sí. Quiero decir, supongo que sí. La que debe saber dónde están es Diana, ella se encarga de la logística en el yate. Deberíamos ir a buscarlas antes de que anochezca.

—Tienes razón, vamos a buscarlas, de esa manera podremos iniciar con las reparaciones mañana mismo –Ambas chicas subieron hacia la cubierta y salieron del yate, y empezaron a caminar por la playa mientras el sol hacía su despedida ante los ojos de las chicas. No hablaban, sin embargo, el silencio no era incómodo, pero en determinado momento, Lena sintió que era necesario hablar–. Kara, tú no eres de Grecia, ¿cierto? Te lo pregunto porque tú y Sam tienen un acento diferente al de Diana e Imra.