Noche de Bodas || Ereri

Luna de Miel

-¡Ah! ¡Dios mío! ¡Eres increíble! -Gimió contra la almohada extasiado por las maravillas placenteras que Eren le estaba haciendo-.

Levi no tardó mucho en ceder a las caricias de Eren, así que aceptó su destino de andar en silla de ruedas, y al parecer no se arrepentía, ya que este se encontraba con la cara contra la almohada apoyándose con las rodillas y con el culo adolorido por tanta nalgada, levantado y moviendolo para enfrente y atrás, estaba gimiendo y llorando de placer, y como no estarlo.

Eren lo tenía atado de las muñecas con su cinturón, con una venda en los ojos y con un vibrador en el culo al nivel máximo que estaba entrando y saliendo de él pero siempre tocando su punto dulce. Este último estaba abajo de él, para ser más exactos, su cara estaba justamente en la parte íntima del contrario, ya que Eren estaba chupando y lamiendo el pene de Levi, con su mano izquierda estaba moviendo el vibrador del pelinegro y con su mano derecha se estaba masturbando a él mismo.

Si Levi se había sentido tan bien en su despedida de soltero cuando solamente le metieron el pene, en estos momentos estaba en el puto cielo. Jamás le habían hecho sentir algo así, todas sus emociones estaban encontradas y eso le hacía estar más sensible a los toques de Eren, no sabía como actuar con la mente pervertida del castaño, le encantaban estos juegos y no le importaba en lo más mínimo perder la dignidad con tal de sentirse así.

-¡E-Eren, quítate! ¡Vo-ah! ¡Voy a venirme! -Le informó Levi a su esposo mientras levantaba la cabeza hacia atrás y dejaba que de su boca escurriera saliva-.

Y al contrario de lo que le dijo su marido, Eren mordió levemente su miembro, y sin llegar a hacer daño, el miembro en su boca haciendo que con un gemido alto este dejara salir su semen en la boca del castaño. La fruta favorita de Levi era la piña y llevaba una alimentación realmente saludable, por lo que Eren disfrutó tragar todo el semen que salió en su boca, y tenía razón, no sabía mal. Eren apagó el vibrador y lo sacó de su interior, tomó rápidamente de las caderas a Levi para evitar que cayera encima suyo, sacó el pene contrario de su boca y se incorporó para tomar a su exhausto esposo y los sentó a ambos, él recargado en la cabecera y Levi encima suyo, este último respiraba con dificultad y tenía espasmos como efecto secundario de su orgasmo.

Levi se alarmó un poco cuando tuvo dos dedos intrusos en su ano. -¡E-espera Eren! Estoy sensible, d-dame un respiro... -Pidió hablando con dificultad, tenía temblores en el cuerpo y se sentía algo incómodo (no de mala manera) al tener nuevamente algo ahí dentro-.

Eren le quitó la venda de los ojos y depositó un beso en su hombro derecho y comenzó a mover sus dedos en forma de tijeras arrancándole un gemido a Levi. -¿Me pides que pare cuando estás moviendo tus caderas para que mis dedos entren más profundo? -Los dedos intrusos tocaron la próstata de Levi y este con sus manos aún atadas tapó su boca y echó la cabeza para atrás recargandola en el hombro izquierdo de Eren-. Probablemente te torture un poco

Eren no paraba de tocar ese punto destro de él, y tal y como dijo, las caderas de Levi estaban moviéndose para sentir más los dedos del castaño. Ni aunque su boca estuviera tapada podía evitar soltar gemidos de súplica, no sabía si quería que Eren sacara sus dedos o si quería que le metiera su miembro en lo más profundo de su ser hasta quedar inválido, era una sensación dolorosamente placentera.

-¿Que es lo que quieres mi amor? -Preguntó metiendo otros dos dedos a la entrada de Levi abriéndolo más-. ¿Quieres que meta mi pene, cariño? ¿Lo quieres en lo más profundo de ti? ¿Quieres que te coja hasta que te olvides de tu nombre?

"Joder si" fue lo que pensó Levi, pero no pudo decirlo porque los dedos de Eren no lo dejaban en paz y solamente podía gemir. Así que, sin obtener una respuesta clara, el castaño sacó sus dedos y en menos de 10 segundos ya había levantado a Levi de las caderas y estaba colocando su dolorosa erección dentro de él, no dolía casi nada pues el interior de Levi estaba muy bien dilatado con lubricante. Eren fue bajando poco a poco a su marido sobre su miembro, através del condón (que quien sabe en qué momento se lo colocó) podía sentir nuevamente la calidez del interior de Levi, joder, solamente había pasado un día y había extrañado sentir esa estrechez rodeando su miembro.