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Louis procuraba ir al bar a ver a Harry cada viernes y sábado. Por que un compañero de clase de Harry que era un bartender en un bar le había dicho que su jefe buscaba alguien quien se presentara esos días. Así que cada semana Louis trataba de llegar a tiempo al bar a escuchar al menos dos canciones ser cantadas por la voz de su omega.

- ¿Agua ó querrás tomar algo de alcohol por fin?- Louis le sonrió a Park, el compañero de clases de Harry, pero negó.

No le gustaba beber cuando tenía una presentación el día siguiente, Park sonrió antes de darle un vaso con agua y hielos, Louis agradeció antes de darse la vuelta en su lugar para ver a Harry en el escenario. De alguna forma sabía que cuando Harry pasaba sus dedos en las cuerdas de la guitarra se volvía este ser etéreo.

Harry le guiño un ojo antes de empezar la siguiente canción. Lo veía escribir todo el tiempo, letras y melodías, no pensaba que Harry prestara atención en sus clases.

Y en parte era correcto, Harry pasaba la mayor parte del tiempo con melodías en la cabeza y el nombre de Louis venía la mayoría de veces, ese eco seguía y seguía rondando su cabeza dándole la sensación del primer día.

Louis disfrutaba ver a Harry en escena, la forma en la que se movía era hipnotizante. Lo cual era un poco frustrante debido a que Harry era hermoso y le sumabas la forma en la que cantaba y como se movía, hacían sentir a Louis un poco más inseguro de lo normal. Por que si, Harry aún tenía tiempo para conseguir un alfa.

Y había bastantes alfas en ese bar cada vez que Harry se presentaba, los cuales siempre trataban de acercarse al omega cuando guardaba su guitarra en el estuche, trataban de comprarle bebidas cuando lo veían en el bar al lado de Louis.

- Hey boo-

Louis le sonrió, no podia evitarlo incluso después de todas las inseguridades que pasaban por su mente. Amaba a Harry con su vida y sabía que Hary lo amaba de la misma forma.

- ¿Todo bien Lou?- asintió, odiaba sentirse así- ¿Y por qué no me hablas cariño?-

- Nada, solo estoy algo distraído- Harry asintió, Louis sabía que no se había creído su mentira- ¿Quieres quedarte otro rato o vamos a casa?-

- Quiero ir a casa contigo y quiero que me hagas el amor hoy- susurró bastante cerca de la cara de su omega.

Louis sonrió, antes de humedecer sus labios y cerrar la distancia entre ambos para besar a Harry, todo fue tan simple, desde levantarse y tomarse las manos, despedirse de Park. Harry sabía que palabras decir para que Louis olvidara todas sus inseguridades y recordara que Harry no sonreía a nadie como le sonreía a él, no amaba a nadie más que a él, no llamaría omega a ninguna otra persona más que a él y eso volvía los pasos de Louis ligeros otra vez.

Harry era melodías dulces y té frío, era una paleta de hielo en medio del verano y un trozo de sandia en primavera, era labial sabor fresa y pasteles de cumpleaños, era poesía cruda, real y al mismo tiempo un cuento de hadas.

Amaba oír los gemidos dulces que su toque provocaba, el olor a lubricante espeso y fuerte de ambos, mejillas sonrojadas, una capa ligera de sudor era lo que los separaba, Louis debía admitir que amaba provocar el placer en Harry, amaba ese nuevo tono que su aroma tomaba cuando su omega se excitaba, amaba esos suaves y pequeños quejidos que salían de entre los labios de su omega cuando empezaba a prepararlo, amaba la curva que su espalda formaba al tocar ese punto dulce dentro de él o cuando jugaba con sus pezones, amaba la forma en que Harry a veces llegaba a llorar por el placer que sentía y amaba como mordía sus labios cuando estaba a punto de llegar. Era arte y era perfecto.

Besó su frente, besó la punta de su nariz antes de bajar sus labios para conectarlos con los de su omega, mientras pasaba su mano por la mejilla del mismo para limpiar el par de lágrimas que habían caído de los ojos de Harry.

My Thoughts Will Echo Your Name Until I See You AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora