Traitor- Xiaother

Cap III.

-¿X-Xiao?- Murmuró el rubio al ver a su pareja vistiéndose a las 8:00 de la mañana.

-Buenos días, amor- Dijo para acercarse y darle un beso en la frente.

-Hoy voy a quedar con unos amigos, voy a volcer a las 17:00. ¿Sí?-

-¿Tanto tiempooo? Quería pasar el dia contigo-

-Tranquilo. Mañana te lo recompenso, estaré todo el día contigo.-

-Valeeeee~- Aceptó Aether, pues, no podría rechazar a tal oferta.

-Alatus cuidará de ti, si te molesta añgo de él dímelo, lo mataré.-

-No te preocupes, adios Xiaooo-

-Adiós, cuídate cariño- Dijo para salir, lo cual fueron varias horas, pero para Aether se harán eternas-

.

Pasó una hora desde que Xiao se fue y Aether decidió bajar a desayunar, el cual se encontró al gemelo de su amante en el sofá con una cara un tanto extraña.
Tomó su desayuno y se sentó a la silla delante de Alatus para comer.

-Buenos días- Dijo Aether.

-Buenos días- Respondió.

-¿Jugamos hoy también? Hoy Xiao no va a poder.- Pronunció lo último con un tono de tristeza.

-Sí, ¿por qué no? Tengo un juego nuevo que seguro te va a encantar-

-¿Cuál es?- Se empezó a emocionar el de ojos dorados.

-Sorpresa~-

-¡Aaaaa! ¡Qué aguafiestas!-

-Termina de comer y jugamos, venga.-

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Terminó de comer, ansioso por saber cual sería el juego de Alatus.

-¿Y bien? ¿Me vas a decir?-

-Guardé el juego en tu habitación, vayamos-

Los dos subieron a su habitación, Aether estaba confundido porque no había nada.

-¿Me estás vacilando?- Hizo un puchero.

-Si no hay nada aquí, vayamos a jugar a- - No pudo terminar de hablar, sintió una mano en su boca y otra recorrer por todo su cuerpo.

¿Eh?

¿Qué pasa?

No entiendo.

'¿Qué? ¿Por qué me está tocando? ¿Qué hace? ¿Es un nuevo juego? Sueltame, por favor.' Aether hubiera dicho eso si no fuera por la mano en su boca. Mientras él estaba procesando, sin darse cuenta ya estaba en la cama descontroladamente. Rezando para que lo soltara o Xiao volviese, pero le faltaban más de 5 horas, no tenía escapatoria.

-¿Por qué tiemblas? ¿No querías jugar? Sé que quieres esto, pervertido. Deja de llorar, te encantará, créeme.-

-¡No! ¡Te lo ruego! ¡Suéltame! ¡No me toques!- Dijo inmediatamente cuando la mano se retiró de su boca, pero no tardó en ser reemplazada por una mordaza.

-Escúchame bien, no le vas a decir de esto a nadie. Como me entere que lo contaste, te voy a matar con mis propias manos. Este será nuestro juego diario, no sabes cuanto voy a disfrutar esto~-

Pasaron los minutos. Alatus no paraba, Aether simplemente sintió cómo se iba desvaneciendo el sentido que le veía a la vida.

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3 horas después, el abusado todavía no se movió. Seguía procesando que acababa de ser violado por el gemelo de su novio. No se lo creía, él solo lloraba.

Cuando se bañó, limpió todo y se intentó calmar un poco, se fue a la cama, deseando dormirse y no volver a levantarse nunca más.

Los segundos se sentían minutos, los minutos se sentían horas y las horas días.

-¡Ya llegué! ¿Cómo está mi niño?-

Sin respuesta.

-¿Aether?

Sin respuesta.

Entró a la habitación, para ver a un Aether sin brillo en los ojos y completamente apagado.

-¿Qué pasó, bebé?