Cap VII.

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Había pasado un mes. Alatus seguía abusando de él pero cada vez con menos frecuencia, pues, parecía estar abriéndose. Cosa que alivió un poquito al rubio, pero él sabía que aunque fuera con poca frecuencia él no pararía. Estaba viviendo el mismísimo infierno con ese tipo.

Aether estaba harto, decidió contarle todo a su novio de una buena vez y acabar con esto. El recién mencionado estaba en la planta baja en el salón viendo la televisión, mientras que el otro estaba en el segundo piso tirado en su cama. Se levantó temblando, se puso sus pantuflas y empezó a caminar hasta la puerta.

Una vez ya en el salon, sentía que su corazón le iba a mil, tenía la respiración muy agitada y su pulso básicamente en la mierda. El que estaba relajado simplemente se dedicó a mirarle de una manera extraña.

-Te ves raro, ¿estás enfermo? Mejor vete a dormir, tienes muy mal- - Fue interrumpido.

-No, no. Tengo que importante decir- Estaba tan nervioso que ya no sabía ni formar frases coherentes.

-¿Perdona?-

-Digo, decir que importante, no, importante decir que, no, que decir impor-

-Algo importante que decir, Aether- Le corrigió con una mirada confusa.

-Eso. Mira... la verdad es que...-

-¿Hm?-

Deseaba que la Tierra se lo tragase, se arrepintió al segundo, sintiéndose menospreciado por la mirada de Xiao. Aunque Xiao lo miraba lo más tranquilo posible.

-Yo... es tu hermano

-¿Mi hermano?-

-Sí. ¿Recuerdas... el día que te la pasaste con tus amigos casi unas 10 horas aproximadamente?-

-Sí, ¿qué con eso?-

-Pues ese día... resulta que... por alguna razón extraña del universo, la galaxia y la via láctea, pasó un inconveniente no muy conveniente que no le gustaría a mucha gente que digamos. Bueno, teniendo en cuenta que para gustos los colores y cada uno es diferente... ¡No! Todos somos iguales, porque somos diferentes pero iguales debido a nuestros gustos que depende de cada ser humano es diferente, entonces podrían gustarle o no a diferentes personas. O a lo mejor no, bueno, es imposible ya que de 7 billones de personas en el planeta hay aproximadamente un 93% de probabilidades de que a menos solo una persona le gust--Fue interrumpido. Estaba tan nervioso que intentaba sacarle temas para distraerlo y poder irse, se arrepintió del momento en el que se le ocurrió decírselo.

-Ve al grano. Si me estás vacilando mejor vete.- Se dio cuenta de lo estúpido que sonó todo eso que dijo y solo le dieron ganas de estamparse contra la pared.

-Dime, ¿qué pasa con mi hermano?-
Se levantó para ponerse cara a cara. El rubio estaba mirando al suelo, prácticamente "ignorando" a su contrario.

-Te he dicho, ¿qué pasa con mi hermano?- Al ver que no le hacía caso, le agarró de la barbilla y la subió para poder verlo. El cual se alejó unos 2 pasos.

-Prómeteme que me vas a creer.-

-Ehm, depende supongo.-

-¡No diré nada hasta que me lo prometas!-

-Aether, suéltalo.-

-Hm... Pues ese día, tu hermano me...-

-¿Qué? ¿Qué te hizo mi hermano?-

-...-

-Aether, ¿qué coño te hizo mi hermano?-

-Él... nada, nada, mejor me voy.- Se dio media vuelta, pero fue agarrado del brazo.

-De aquí no sales hasta que me lo digas.-

-Xiao...-

-Aether. Dilo.-

-Hm...-

-Tu hermano me v...-

-¡Deja de hacer eso, dilo ya!- Cuando gritó Xiao puso de los nervios al otro.

-¡Tu hermano me violó!- Se tapó la boca y abrió los ojos como platos nada más decir eso. ¿En qué coño estaba pensando?

-Xiao... yo... no quise decir-- Puñetazo.

Aether solo cubrió la parte en la que le había golpeado su novio con la mano y miró al suelo, no se atrevió a mirar a Xiao porque sabía que mirarle no le iba a dar cosas buenas que digamos.

-¿Qué mierda, Aether? ¿Me estás vacilando? ¿¡Cómo puedes decir eso de mi hermano?!- Gritó de una manera completamente aterradora. Despertando a Alatus que dormía tranquilamente en su habitación.

-Xiao... te dugo la verdad, creéme. ¿Por qué razón mentiría sobre algo como esto?-

-Ey, ¿por qué tantos gritos? Estaba durmiendo- Se quejó el de pelo rojo. Asombrado por la situación.

-¡Pues que este está diciendo que tú lo violaste! ¿Qué te parece? Esto es el colmo- Aether estaba llorando, Alatus miró al rubio con una mirada asesina, sabía que eso no era nada bueno.

-Xiao... te digo la verdad. Por favor, tengo miedo...- Dijo entre sollozos y con la poca fuerza que le quedaba.

-¿Por qué dirías algo así sobre mí? ¡Creí que éramos amigos!- Fingió empezar a llorar.

-¿Sabes qué? Espera aquí- Dijo el de pelo verde. Dejando a Aether y Alatus solos.

-Recuerdo haberte advertido, Aether. Te arrepentirás, creéme.- Dijo susurrando, envíando un escalofrío por todo el cuerpo del chico.

Al regresar Xiao, tenía una maleta.

-Coge tus cosas y vete. No quiero verte más en mi casa, fuera. Ahora.-

-¡Xiao! ¿¡Qué coño!? ¿En serio haces esto? De verdad, no te estoy mintiendo...-

-¿Ah no? ¿Y cómo explicas a mi hermano llorando por tu mentira?-

-¡Está fingiendo!-

-Fuera. De. Mi. Casa- Tuvieron contacto visual unos 6 segundos, y Aether frunció el ceño, agarrando la maleta.

-¡Me voy con gusto de esta casa en la que solo hay un violador y un supuesto novio el cual no puede ni ayudar a la persona que prometió amor eterno!- Realmente se enfadó. Estuvo a nada de darle una bofetada a Xiao, pero no pudo. Él era incapaz de hacerle daño a alguien.

-Y dale con eso. Dije fuera de mi casa.-

Se dio la vuelta, y abrió la puerta entre sollozos, pero antes de salir escuchó algo.

-Y no vuelvas a aparecer en mi vista. Nunca más- Dijo el peliverde, solo hizo que Aether llorara más fuerte. Cuando se calmó un poco, dijo:

-Tranquilo, me aseguraré de eso.- Dijo sin mirarle y cerró la puerta.

Traitor- XiaotherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora