Cap V.

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-¿Q-Qué...?- Murmuró confuso.

-¡¿Qué de qué?! ¡Acabas de romper el jarrón donde estaban las cenizas de mi padre, gilipollas!-

-Y-yo... yo no lo hice...-

-¿Encima mientes? Escoria.- Le miró con una cara de asco para salir de es habitación, dejando a Aether y su gemelo juntos.

-¿Viste? Esto es lo que pasa si no me haces caso.- Se burló, dejando indignado al otro chico.

-Eres... eres... eres un auténtico gilipollas...- Dijo con todo su odio, tenía un tono débil y estaba sollozando.

-Esas no son maneras de hablarle a tu cuñado. O debería decir... ¿futuro novio?- Solo provocó que Aether empeorara y llorara aun más, se rió y se fue.

Habían pasado bastantes horas de lo sucedido, eran las 23:00. Xiao seguía enfadado, por lo cual no dejó entrar a su novio a la habitación ni para dormir.

-Xiaoo... ¿puedo entrar?- Soltó con un tono tímido.

-No, vete.- Le dolió que le hablara con ese tonot tan duro menospreciándolo. Antes, cuando le golpeó, le dolió más mentalmente, ya que con la idea de que su amante le haya agredido físicamente,  le partía el alma.

-¿Entonces donde dormiré? No tengo otro sitio.-

-¿Y a mí qué? Vete con Alatus o duerme en el sofá, si no te gusta vete a tu casa. Total, nos harías un favor- Por muchas veces que le haya dicho que no le abriría, no le importó. Se acurrucó en la puerta, esperando a que le abriera pero nunca llegó ese momento. Pasó la noche con frío y miedo, apenas pudo dormir unas 2 horas.

Era por la mañana y Xiao se acababa de levantar, iba a salir para limpiarse la cara, pero nada más abrir la puerta se encontró a Aether con ojeras y dormido en el suelo. Soltó un suspiro y agarró al rubio en estilo princesa y lo puso en su cama, tapándolo con la manta. Pues, Xiao estaba enfadado, pero por mucho que lo esté no podía negar el hecho de que lo amaba con toda su alma.

Cuando se estaba cepillando, encontró a su hermano lavándose la cara.

-Buenos días, Xiao. ¿Sabes? Tu novio es muy rarito, se puso a llorar ayer porque le dije de jugar a un juego.-

-Sí... no sé qué le pasa. Está muy raro, encima dijo que no fue él quién rompió el jarrón.-

-Será mentiroso. Lo rompió delante de mi cara.- Mintió.

-Voy a ir a hablar con él- Anunció para irse. Al entrar a la habitación, se dio cuenta del grande moratón que tenía su amado en la cara, era consciente de que él mismo le había hecho eso a su novio.
Así que se levantó, se fue a la cocina bajando las escaleras y se fue a la cocina a coger el hielo.

Se sentó en la cama, Aether todavía durmiendo, y le puso el huelo en la cara. Eso hizo que se despertara, saltó de un susto y se alejó como si fuese una amenaza, temblando y con el corazón a mil.

-Dios, ¿qué te pasa? Solo te estoy poniendo hielo.- Aunque le estuviese curando, el tono de enfado seguía siendo notorio.

-Ah... sí... perdón...- Se pudo notar la incomodidad de parte de Aether. Se despertó de un susto pensando que quien estaba con él era su gemelo.

-No, soy yo quien te tiene que pedir perdón. Estaba enfadado y no medí mi  fuerza, no quería pegarte tan fuerte- En ningún momento le miró a los ojos, estaba concentrado cuidando al rubio.

Traitor- XiaotherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora