Su profesora se levantó de su escritorio y fue directo hacia aina, quien estaba muy ocupada que no la vio.
--No, vieja, en mi guardia no-murmuro Roma y desvió el camino de la señora.
Aun no entiendo mucho el funcionamiento del panel pero lo que hace es que protege a Aina y puede desviar el camino de la otra persona que quiera hacerle daño, ahora es decisión del ángel de la otra persona si contraatacar o dejarlo ir.
En el transcurso de esa hora Aina, Hadil y un niño más se copiaron entre sí, sin que la vieja de la profesora los atrapara.
Cuando terminaron Hadil y Aina conversaban en el patio cuando el chico, de la clase, se acercó y pidió hablar con Aina a solas.
A solas.
A S-O-L-A-S.
¡A SOLAS!
¡¿Qué pretendía ese chico con mi hermanita?!
Empecé a darle pequeños golpecitos en el brazo de Roma nervioso, ella por otro lado parecía a punto de explotar por mi acción, odiaba que le hiciera eso pero nunca decía nada.
Ellos dos quedaron frente a frente, y una alarma disparo en el panel.
No.
N-O.
NO.
¡NO!
¡¿POR QUE?!
Esa alarma solo se encendía cuando hay un sentimiento romántico, es decir, Aina le gusta ese chico.
Roma alzo las cejas con sorpresa y luego embozo una sonrisa tierna...espera ¿Qué?
¿Roma esta...sonriendo?
--¿Estas sonriendo?-pregunto con incredulidad.
--Me encanta el romance de los niños pequeños, son tan tiernos, me recuerda a ti.
--¿A mí?
--Claro, te gustaba Danea desde los ocho años y siempre te ponías nervioso a su lado-mis mejillas se acaloraron-Mira, ahora Luca está nervioso
¿Luca? Ah, el niño.
Mire a la pantalla y capte que Luca jugueteaba con sus dedos, nervioso.
--Gracias, por dejarme copiarme de tu examen. -mi hermanita fue la que hablo primero.
--No es nada...y-yo quería preguntarte: ¿quieres ir a comer helado conmigo?
Por la sorpresa las mejillas de Aina se pusieron rojas, ROJAS, ella nunca ponía roja.
--Awwwww, claro que si-dijo Roma emocionada como si fuera ella.
--¿Qué? No, claro que no. ¡Es muy pequeña!
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Bitácora de un muerto #1
FantasyPRIMER LIBRO DE LA BIOLOGÍA: "CARTAS PARA SIEMPRE" El día que Brais dejo de respirar. Supo que todo iba a cambiar. Él no tenía la culpa, bueno creo que un poco sí. Bueno no, él no tenía la culpa que lo empujaran por las escaleras "accidentalmente"...