*Capítulo 4*

43 4 2
                                    

Al llegar a casa Katsuki tuvo que soportar una regañina por el retraso del joven.

- ¡¿Dónde demonios estabas!? - su madre preocupada le recibe.

- No te importa.

- ¡Todo el pueblo te estaba buscando!

- ¿Y?

Minsuki, la madre del chico, le da una buena colleja.

- ¡Como que ¿Y?!

- Ahg déjalo me voy a mi habitación.

Con esas palabras el rubio desaparece por la puerta y va hacia su cuarto.

Deja su preciada capa en el armario y se tumba boca arriba en la cama.

¿Quién era ese chico? ¿Porque le había caído tan bien? ¿Porque parecía brillar? ¿O era solo imaginación suya? Y la pregunta más importante... ¡¿Porque demonios seguía pensando en el!?

De repente se le vino una idea estúpida a la cabeza. No. Era imposible. No podía gustarle. El era un cazador no tenía tiempo para esas estupideces. Además, ¿Eijirou es un chico verdad? El no era gay.

Una nueva voz en la cabeza de Bakugo apareció. "¿O si?"

Cierra los ojos dispuesto a dormirse pero una imagen se le viene a la cabeza tan pronto como sus párpados caen.  Kirishima entrelazando su mano. Abre los ojos alarmado por lo que acaba de ver y se pregunta que era eso.

"No lo niegues... Te gusta..."
No, no podía ser verdad. ¿Cómo le iba a gustar?

Enojado consigo mismo por pensar eso, se tumba boca abajo dispuesto a dormir lo antes posible, puesto que mañana después del entrenamiento había quedado en encontrarse con el chico dragón.

No le costó demasiado tiempo conciliar el sueño pues ese día había sido bastante largo.

Al día siguiente Katsuki se despertó con los primeros rayos de sol. Se vistió rápidamente y fue a la cocina para desayunar algo antes de su entrenamiento.

- Buenos días vieja.

- Buenos días niñato.

Minsuki estaba fregando algunos platos. El rubio coge una manzana que había en la encimera y sale de la pequeña casa sin siquiera despedirse.

La madre de este suelta un suspiro. "A dónde irá ahora..."

Nuestro protagonista volvió al bosque donde se encontró con el chico dragón. "¿Dónde podría estar?" Pensó el rubio dando un mordisco a la manzana.

De repente sonó un arbusto detrás de él. Desenfundó su espada y se dio la vuelta, preparado para cualquier ataque de cualquier animal.

Bakugo vio como sobresalía una pequeña cola que parecía de reptil. Era roja como la sangre y enseguida dedujo de quién se podía tratar.

- ¿Eijirou eres tú?

Un chico de su edad sale del arbusto. Tiene unas pequeñas alas de dragón y la cola que le había delatado.

- Jooo ¿Cómo has sabido que era yo?

- Se te ve a la legua. Además se te olvidó esconder tus alas y tú cola.

- Oh es cierto - escondió entonces lo que le quedaba por ocultar y le dirigió una cálida sonrisa a Bakugo.

Este se sonrojó levemente y apartó la mirada para que su acompañante no lo viese.

- ¿Y para que has venido?

- Tsk... Quiero que me lleves volando otra vez.

- ¡Claro será un placer! - le extiende la mano a lo que el rubio se extraña - ¿Amigos?

Nuestra pequeña bomba, digoo Katsuki estuvo por apartarle la mano y decirle que no a la cara. Pero algo en su interior no se lo permitió.

Optó por agarrarle la mano.

- Tsk... Que estupidez..

Había algo en la sonrisa de ese chico que lo molestaba mucho. ¿Porque era tan perfecta? ¿Porque cada vez que la miraba su estomago se encogía? "Te gusta..." Otra vez esa voz. *Callate mierda!!* Pensó en consecuencia.

- Ehh ¿Katsuki? ¿Estás bien?

El mencionado salió de sus pensamientos.

- ¿Ah? Claro que estoy bien. Solo vamos.

A eso Kirishima se da la vuelta y se transforma en dragón otra vez. Un hermoso dragón color granate.

El rubio sube a la espalda de este de un salto.

Nuestro chico dragón extendió las alas emprendiendo el vuelo hacia las nubes.

Su acompañante parecía disfrutarlo, sentía como el viento le removía el cabello y una leve sonrisa se apoderó de su rostro.

Kirishima hacia giros y piruetas mientras Bakugo reía por la emoción.

Lamentablemente, se tuvo que ir rápido pues tenía entrenamiento.

- Oh ¿Podría ir conntigo? - dijo el pelirrojo emocionado.

- Está bien... Pero intenta no llamar la atención. Y haz lo que yo te diga.

Se veía incapaz de negarselo y estaba feliz por pasar más tiempo con el.

- ¡Gracias Katsuki! -el pelirrojo se lanzó a abrazar a su nuevo amigo.

- Tsk quítate pareces un crío. - apartó la mirada para no dejar al descubierto un leve sonrojo.

Después de un rato andando llegaron al lugar en el que se encontraba el campo de entrenamiento. ¿Con quién se encontraron? Exacto amigos, con su querido amigo Denki.

- ¡Hola Bakubro! Y... Oh ¿Quién es el?

"Mierda tenía que encontrarme con el ahora" pensó nuestro rubio.

- A ti que te importa extra.

- Encantado soy Eijirou Kirishima - le extiende la mano.

- Bueno el al menos se presenta, yo soy Denki Kaminari un gusto - le correspondió el apretón de manos.

Kirishima le sonrió cálidamente y el chico le devolvió las sonrisa.

- Mira idiota el entrenará con nosotros hoy.

- ¿Vosotros?

- Entrenamos juntos Bakugo y yo. - Dijo Denki orgulloso.

- Desgraciadamente... -  El otro chico puso cara de indignación.

Después se pusieron en marcha y estuvieron entrenando unas horas. Kirishima se había puesto un chaleco y unos pantalones rojos.

"Mierda es jodidamente atractivo... " Bakugo se quedó un rato mirando como su amigo hacia ejercicio.

- Bro. Eh... ¿Bakugo? - Denki se había dado cuenta y le estaba tratando de llamar su atención. - ¡BAKUGO!

El aludido giro la cabeza para atenderle.

- Que quieres imbécil.

- Te has quedado atontado mirando a... - por un momento parece que se pone a pensar en algo.

- ¿Estás pensando? Oh debería darte un premio. - dijo Katsuki, pues la personalidad de su amigo no era mucho de pensar.

- Espera... ¿Te gusta Kirishima?

El rubio se sonrojo completamente, la verdad no se esperaba eso.

Fin de la cuarta parte

Siento tardar tanto en actualizar :'v

Espero que la esteis disfrutando!

Nos vemos!!

En otra vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora