Descubriré Tu Secreto (Bakugou x T/N "Yunami Yarekyo")

Capitulo XI

-¡Maldición!- protesta Ratmur goleando severamente su escritorio haciendo templar al técnico frente a él- ¡¿Como que las cámaras y grabadores se han desconectado?! ¡Dijeron que nadie más que no sea miembro de la empresa podría encontrarlas!

-De hecho....vimos algo antes de que las cámaras fueran desconectadas....algo que...le podría interesar señor....-murmuraba bajo el hombre mientras se encogía en la silla frente al escritorio.

-Habla, y más te vale que sea importante. No estoy de humor- dice temerario el hombre de pelo blanco mientras se entrelazaba los dedos frente de su rostro apoyando sus codos sobre la madera bien pulida del mueble principal en la oficina.

-B-bueno....lo que vimos antes de que se apagaran fue....a...a...

-¡Dilo!

-..a la hacker huérfana...Yarekyo..- al escuchar en nombre de la causante de su problema, Ratmur estalló en ira. Se levantó bruscamente y salió como una bala del lugar para ir directamente a buscar a sus guardias mientras que el técnico contratado suspiraba y recuperaba el aliento dejando salir el oxigeno que había estado reteniendo durante toda la charla.

Cuando el jefe de todo el lugar llegó junto a los dos guarda espaldas que habían escoltado a la chica, sujetó al primero que vio del cuello del uniforme y lo atrajo hacia él para que lo viera fijamente.

-Pedazo de mierda...¡Me dijiste que estaba encerrada en el sótano como castigo por una pequeña rebeldía! ¡Pero ahora me entero de que en realidad escapó, y no solo eso, sino que además arruinó nuestro plan para encontrar el documento que me daría toda la fortuna!- el guardia no sabía que decir. Le había mentido a su líder diciéndole que por una pequeña rebeldía de la hacker, la había castigado encerrándola en el sótano por un día. Pero lo que tanto temió sucedió: su jefe se enteró antes de que la encontrara.

-Señor,.. yo- no logró decir más porque fue arrojado directo al suelo sin piedad del golpe en su cabeza con el que perdió la conciencia.

-Y tú- dice señalando al segundo guardia que ya temblaba por la autoritaria y firme vos del hombre- Ve y reúne a algunos más para ir a buscar ese documento por la fuerza. Si es necesario, mátalos a todos o quema todo lo que haya alrededor. Pero consigue ese documento sí o sí.

-Si señor...- y con esto el guardia se va a paso apresurado dispuesto a cumplir la orden asignada.

-Yarekyo....pagarás por tu rebeldía...-dice Ratmur mientras se alejaba del lugar con una mirada de pura ira.

°En la casa de los Bakugou°

Sentía u aroma agradable, un aroma que le tentaba a quedarse quieta en donde está sin moverse por varias horas más. Pero su subconsciente le murmuraba algo molesto mientras trataba de abrir los ojos "Despierta. Algo no anda bien". Al entreabrir los ojos solo logró distingir un rayo de luz que se filtraba por las cortinas de la ventana. Volvió a cerrarlos ignorando por completo aquel murmuro. Se sentía demasiado cómoda como para irse de ese lugar.

Se removió en su lugar mientras acomodaba su rostro en el pecho del contrario para volver a dormir como si jamás existiera el "mañana" en el que se deba despertar....¡Un segundo! ¡¿En el pecho de quien?! Abre los ojos de golpe como platos y mira hacia arriba para encontrarse con el rostro dormido y relajado del cenizo. Luego dirigió su mirada a sus caderas y notó que estaban atrapadas en un cálido abrazo causado por el chico. Sintió la piel desnuda del torso del más alto a la vez que sentía como sus mejillas comenzaban a arder más de lo normal siendo consciente de su ahora notable sonrojo. Planeó safarse del agarre que la mantenía aprisionada, pero falló en el primer intento.