❝𝐄𝐧 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐌𝐢𝐧𝐡𝐨 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐨𝐣𝐨𝐬
𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐬𝐮 𝐜𝐡𝐢𝐪𝐮𝐢𝐭𝐨 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝟏.𝟔𝟎❞
› 〉 Adaptación
› 〉 Minsung
› 〉 Mucho amor y miel
› 〉 fluff, soft y mucho romance
- 🍮 [ADAPTACIÓN⌇·˚
La historia NO me pertenece, todo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lo primero que pensó Minho al ser invitado a las famosas fiestas decembrinas por navidad, fué en su pequeño novio, para poder besarlo sin parar bajo los muérdagos colgantes en los techos. Aprovecharía para besar a su niño y dejaría en claro que no estaba interesado en invitaciones de engaño hacia Sung.
Todos los amigos de Minho estaban mas que emocionados por conocer a aquel chico del cual el distraído e introvertido Lee Minho se encargaba de hablar maravillas siempre que tenía oportunidad, claro que les comentó que aún asistía a preparatoria y que era diminuto, casi como una pulga.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ahora mismo, ambos se encontraban buscando ropas no muy infantiles en el closet de Jisung. Según él, no quería que lo vieran con sus típicos overoles y suéteres enormes, pero Minho le comentaba que de cualquier forma se vería hermoso.
Y Jisung creía en Minho, pero no quería asistir vestido así cuando su novio llevaba una preciosa camisa blanca y un pantalón de vestir negro combinado a las perfección con sus pulcros zapatos de charol. Jisung quería ir acorde a Minho. Quería lucir digno de él.
- Sunggie, amor - el tono sugerente de el castaño hizo que toda la atención del bajito de centrara en él. - ¿Por qué no usas el conjunto que usaste en mi graduación? Me imagino que aún te debería quedar -
Cierto, Jisung se había olvidado de aquellas prendas que compró únicamente para aquella situación.
Así fue como Jisung terminó vestido con aquel conjunto en tonos azul bebé y blanco.
- Ven aquí, mi cielo, yo te ayudo a cepillar ese rebelde cabello- Minho palmeó su regazo con la esperanza de que el bajito se sentara ahí.
Jisung tomó el cepillo blanco y corrió a los brazos de su novio. Minho, aspiró un poco el aroma a vainilla y madera quemada tan representativo de su Sung antes de iniciar a cepillar las sedosas y despeinadas hebras color rubio.
- ¿Podrías cantar para mí? - Preguntó el bajito mientras jugaba con el brazalete dorado que Minho le había obsequiado en su primer aniversario.
- ¿Qué quieres que cante? - El carraspeo para afinar su voz hizo reír al rubio de manera dulce.