Final.

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-¿Dónde estamos?- preguntó el menor emocionado pues su pareja, desde que bajaron del auto mantenia cubiertos sus ojos.

Minho lo guió hasta un lugar, diciendole por donde caminar.

Lo detuvo frente a quien sabe que.

-Espero te guste- Minho beso el cuello de Gunil mientras seguia tapando sus ojos con sus manos.

-Me derretire si haces eso otra vez- rió y Minho volvió a besar su cuello.

-Me encantas tanto, mi hermoso niño peliazul- le susurró al oído y Gunil se sentia desvanecer.

-¡Dime que es ya!- decia impaciente.

Minho se pego un poco más al cuerpo del menor, ambos cuerpos chocando.

-Promete que no te asustaras- advirtió Minho, hablándome bajo.

Gunil respiro agitadamente. Minho lo ponia en una posición muy complicada.

¿acaso era una invitación sexual?

Hermoso, si, casi poético.

Rio mentalmente por la tonta idea.

-Lo prometo- murmuró Gunil.

Minho asintió, lentamente sus manos se iban alejando de sus ojos.

-Abrelos-

Gunil abrió lentamente sus ojos, enfocando poco a poco su vista.

Confundido por lo que veia volteo a ver a su novio y este sonrió.

-¿Ah?- su rostro mostraba confusión. -¿Que hacemos frente a esta enorme casa?- preguntó confundido viendo la casa múltiples veces y a Minho

Este sonrio de lado, riendo a carcajadas.

-¡Mi amor, esa será nuestro hogar!- dijo Minho entre risas, pero era más por los nervios.

-¿Ah? ¿Nuestro...hogar?- mantenia la bica abierta y los ojos bien abiertos por la emoción y más por la sorpresa.

Minho dejo de reír con mucho esfuerzo.

La casa era enorme, de color blanca con algunos detalles en negro, era grande, se veia bastante acogedora. Hermosa.

Gunil notó a Minho muy nervioso y se asusto mucho.

-Amor...-llamó Minho, sus palabras temblaban.

-Minho...- susurró asustado Gunil, pero estaba emocionado.

Sus corazones parecian que saldrían de sus pecho.

-¿Te gustaría hacerme mucho más feliz de lo que ya me haces?- preguntó rápidamente Minho, atropellando las palabras.

Gunil rio divertido, enternecido por la manera tan apenada en que Minho actuaba.

-No te entendí...-Gunil quizo jugar- ¿Podrías ser más especifico, cariño?- sonrió, las lágrimas casi salian.

Minho se puso rojo por la vergüenza. Respiró profundamente y asintio, convencidose así mismo.

Sus ojos viajaron a los de un Gunil emocionado.

¿Acaso Minho...?

-¿Quieres...- tomo las manos de Gunil, este no habia terminado de decir lo que quería cuando ya tenia a el menor asintiendo efusivo- casarte...conmigo?-

No fue demasiado el tiempo que paso pues cuando pronunciaba las últimas palabras, el menor salto sus brazos, abrazandolo.

No dandole lugar al mayor para sacar la caja con el anillo de compromiso.

𝑻𝒉𝒆 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒊𝒐𝒏 [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora