capitulo 3: un beso cariñoso.

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Ambos cómplices se encontraban en la azotea del instituto, para ser más exactos en una esquina al lado de la entrada donde la pared de esta misma les daba una sombra. Así si eran sorprendidos podrían reaccionar a tiempo, pues aquello se encontraban en una posición donde podían frotarse sus miembros mientras se miraban fijamente.

-no cabe duda que soy una mala influencia para ti.- le decía entre jadeos el oji-verde de manera algo burlesca mientras juntaba sus frentes sudorosas.

-carajo Akio, cierra la maldita boca y continúa.- fue lo que respondió el peliazul entre dientes, el mencionado solo se rió por lo bajo y continuo masturbando ambos miembros con su mano.

Kazemaru estaba tan agobiado y triste en ese momento, que no le importo saltarse las últimas dos clases para escaparse con el castaño. Necesitaba olvidar lo ocurrido y no había mejor manera que un poco de contacto físico.

De nuevo se había peleado con endou, como últimamente ocurría muy a menudo. Está vez la razón era porque habían acordado Tener noche de pijamadas y vídeojuegos en casa del peliazul, kazemaru estaba muy emocionado y limpió de sobremanera su ya de por sí ordenada casa.

Pero el portero nunca llegó, kazemaru despertó la mañana siguiente dándose cuenta que había dormido frente la puerta en espera de su llegada. Cuando lo confronto en la mañana de aquel lunes, el se excuso diciendo que pasó la noche con su novia y no exactamente durmiendo. Y endou en realidad creía que kazemaru lo iba a entender incluso que lo felicitaría, después de todo kazemaru siempre era muy comprensivo.

Pero por el contrario el defensa se molestó de sobre manera, y le reclamo a gritos que no pasaron desapercibidos por sus demás amigos. Kazemaru adoraba a sus amigos casi hermanos de verdad. Pero que se pusieran del lado del capitán alegando que el peliazul estába exagerando y que el no actuaba de esa manera, que habia cambiado.

NO.

No era que kazemaru había cambiado.

Esque kazemaru se había hartado de fingir.

Nadie entendía el cuánto le dolía ser desplazado por su mejor amigo y amor secreto, y ni si quiera se esforzaban por preguntarle que tenía en realidad. El único que le consolaba y lo hacía olvidar de aquel mal rato era Akio, pero kazemaru se sentía mal por utilizar de esta forma a su amigo.

Después de terminar con lo que hacían y limpiar su desorden, fudou le ofreció un jugo de cajita. Aún faltaba una hora para poder salir de la escuela, kazemaru acepto de inmediato. Mientras charlaban tranquilamente sobre tonterías y reían, kazemaru derrepente se puso serio y akio a preocupo.

-¿sucede algo ichirouta?.- se acercó a un lado suyo por si necesitaba llorar.

-Akio, ¿Tú estás bien con esto que tenemos?.- al ver la confusión plasmada sobre la cara del castaño continuo.- eh estado pensando en esto que hacemos, no le hacemos daño a nadie más. Pero normalmente la gente sueña con enamorarse y tener una relación formal, me preguntó si tú también quieres eso y yo solo soy un obstáculo que te impide encontrarlo.-

Akio le dió un pequeño golpe en el hombro y se posicióno frente a el mirándolo fijamente.- escúchame atentamente ichirouta.- pidió mientras  lo tomaba algo molesto de las mejillas.- si yo no quisiera continuar con esto te lo diría sin ningún tacto y lo sabes muy bien, tu no eres ningún impedimento. Además Fudou Akio no quiere ninguna relación formal por ahora, aún no existe alguien que pueda soportar tanta tanta maravillosidad que mi presencia emana.- eso lo último lo dijo para que kazemaru riera y logro su cometido.- y tú me atraes mucho, de forma física. Además que disfruto mucho tu compañía siempre me la paso bien contigo, y eres muy bueno en la cama no puedo estar más que conforme.-

Kazemaru sonrió, no eran las palabras más bonitas ni  románticas que había escuchado que le dijeran. Pero por alguna razón sintió como su corazón se llenó de calidez, rompió el poco espacio que había entre sus labios en un beso diferente a los que anteriormente se habían dado. Pues en este no había lujuria, en cambio había cariño.

Kazemaru no sabía muy bien porque lo había hecho, solo sintió la necesidad de besar de aquella manera á quien era su más fiel confidente y su lugar feliz para escapar de su triste realidad. Fudou por el contrario se encontraba algo confundido, kazemaru nunca había tenido la iniciativa hasta ahora para besarse, siempre era el quien lo hacía. Y kazemaru siempre cerraba los ojos ó el mismo era quien le tapaba la vista para que el peliazul se imaginará a su capitán.

Pero esta vez la mirada marrón-rojizo lo observaba con mucho cariño y sus labios se movían suavemente como si tuvieran todo el tiempo del mundo y no existiera nadie más. Cuando escucharon la campana anunciar el final del día escolar, ambos salieron del instituto evitando toparse con sus amigos y saltándose el entrenamiento de la tarde.

Fueron directamente a casa de kazemaru quien prácticamente vivía solo, de nuevo tuvieron sexo.
Pero esta vez fue diferente esta vez se tomaron su tiempo, se acariciaron con cariño y el beso amoroso en la azotea se repitió en mas de una ocasión durante el acto sexual. No hacían ruidosos ruidos obscenos en cambio pequeños gemidos y risitas los reemplazaron. El celular de kazemaru anunciaba que estaba recibiendo una llamada, era  Mamoru quien llamaba desesperadamente. Pero kazemaru poco le importo reconocer el contacto que aparecía en la pantalla de su celular, lo apagó y tiro bajo su cama.

Al terminar kazemaru se abrazo al chico descansando su cabeza sobre el brazo de este, Akio lo miraba dormir tranquilamente mientras mil preocupaciones venían a su mente.

¡¿Que carajo había Sido eso?!

Era la primera vez que experimentaba algo así, tenía miedo. Mucho miedo, el ya tenía cierto grado de cariño hacia el chico lo sabía muy bien. Pero mientras tenían sexo de esa manera tan cariñosa su corazón no dejo de latir con fuerza y ahora verlo dormir entre sus brazos sentía que una parte de el se estaba llenando.

Le acomodo cariñosamente un mechón de cabello detrás de su oreja, y kazemaru sonrió entre sueños. Akio se sintió conmovido por aquella bella imagen del peliazul hasta que lo escucho murmurar un nombre que conocía ala perfección.

- Mamoru...- unas pequeñas lágrimas salieron de los párpados del peliazul adornando las adorables pestañas negras y rizadas.

Akio lo abrazo con fuerza como si temiera que se fuera de sus brazos, kazemaru no se despertó y se aferró a él. Y el oji-verde beso en repetidas veces la frente de su bello amante.

-no me hagas esto kazemaru, maldición.- le susurro mientras seguía abrazándolo posesiva mente.

"no me quiero enamorar de ti."

Continuara...

un placer tormentoso. [Fukaze]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora