-Akio...¿Porque te gustó?.- fue lo que pregunto kazemaru derrepente mientras acariciaba los cabellos castaños de su pareja que yacía recostado sobre su regazo, fudou abrió sus párpados en sorpresa tratando de leer el rostro de su novio siendo impedido por los largos cabellos de este al encontrarse apartando la mirada hacia la ventana.
-¿Porque amabas a Endou?.- respondió con un otra pregunta logrando su cometido, pues el contrario al fin dejó ver su rostro, se miraba temeroso por responder. responderé tu pregunta solo si tú respondes la mía, es lo justo.- quiso usar su tono sarcástico pero su mirada delataba el miedo de que kazemaru aún conservará sentimientos por el ex capitán.
-no creo que me creerás aún si te lo digo.-
-entonces explícamelo.-
Una pequeña guerra de miradas comenzó, teniendo como victorioso a fudou quien no daría marcha atrás a su curiosidad, kazemaru soltó un suspiro derrotado y preparo mentalmente sus palabras para comenzar al fin con su relató.
- todos saben que Mamoru y yo nos conocemos desde muy pequeños, ¿Correcto?.- Akio asintió usando toda su fuerza de voluntad para ignorar el hecho de que su novio se refiriera a su antiguo amor por su nombre.- nunca eh hablado con nadie de esto, mucho menos con el pero, tiempo antes de si quiera conocerlo tuve sueños extraños.-
-¿A que te refieres con extraños?.-
-no lo tengo muy claro, era tan pequeño que apenas y recuerdo algo.- trato de hacerse entender mientras miraba el techo como si allí encontrará las respuestas.- de lo poco que recuerdo es a una persona , un chico muy parecido a mi pero ala vez muy diferente. Parecía brillar por si mismo, me dijo algo que ahora no recuerdo y cuando tocó mi frente apareció un niño de cabello y ojos castaños.-
-¡Era Endou!.- el grito repentino de Akio asustó al peliazul pero logró mantener la calma.
- asi es, el día que lo conocí me sentí muy extraño.-recargo su cabeza en la pared mirando a la nada.- Algo me decía que si aceptaba su invitación de jugar fútbol sería mi condena pero al mismo tiempo me sentía atraído a él como si fuera un insecto dirigiéndose embobado hacia un matainsectos.- realizó un ejemplo usando sus manos dando un toque final de lo que parecía ser un grito de dolor.- no sé en qué momento empezé a sentir algo por el ni la razón, es como si antes de siquiera existir lo hubiera amado.-
-muy conmovedor y profundo kaze-kun~ pero ahora siento que me interpuse en algo preparado por el destino.- se levantó del regazo de su pareja y le dio la espada para que no se diera cuenta de su afligido estado de anime, maldiciendo al recordar que kazemaru lo conocía como la palma de su mano.
Kazemaru abrazo por detrás a fudou quien ya se esperaba esa acción de su parte, comenzó a hablar con una suave y relajante voz para el castaño.- olvidas que no se le puede escapar al destino, talvez debía conocer ,amar y sufrir por el. Para poder entender que tú eres con quién debía estar.-Una pequeña sonrisa de dibujo en los labios de Ichirouta al escuchar maldecir por lo bajo a fudou quien se había sonrojado hasta las orejas por las palabras dichas por su novio.- ahora, creo que alguien le toca responder a algo.-
-no me creerías aún si te lo dijera.
-entonces explícamelo.-
Fudou Akio no era bueno con las palabras, eso sus amigos más cercanos lo sabían. En especial kazemaru. Por lo que no se sorprendió cuando el oji-verde volteó por completo,lo aprisionó entre la cama, la pared y su cuerpo. Saboreó sus labios con impaciencia mientras que entre caricias le susurraba que lo amaba.
Kazemaru se sentía estúpido por hacer esa pregunta en primer lugar, más cuando ya sabía la respuesta.
Kazemaru Ichirouta no era aquel amigo que desbordara autoconfianza y seguridad, al ser un chico con apariencia andrógina habían provocado que fuera tachado de marica, homosexual y "rarito", el hecho de que varias chicas de su escuela lo consideraron encantador y atractivo, solo aumento el odio.
Su personalidad calmada lo habían vuelto vulnerable al acoso de sus compañeros masculinos, quienes en una ocasión lo dejaron solo en ropa interior para burlarse de la figura femenina que tanto se empeñaba en ocultar bajo su ropa.
Así es, había sufrido tanto pero después de tanto esfuerzo y gracias a Endou con su fútbol, logró superar aquellas inseguridades aceptando de paso su homosexualidad. Ahora no sentía nada de vergüenza usar las duchas y vestidores junto a sus compañeros de equipo, ó eso creía.
Pues desde que fue elegido para formar parte del Inazuma Japan, una sensación de ser observado se intensificaba conforme los días pasaban. No quería dudar de sus compañeros quienes consideraba sus hermanos, Pero aquella sensación lo estaban poniendo nervioso.
Decidido a parar con aquello se propuso a ser más observador con su alrededor, atrapar al culpable y arreglar lo que fuera que tuviera contra el en privado. Su sorpresa fue grande al descubrir que quien lo miraba con tanta insistencia era nada más ni menos que fudou Akio.
El rebelde de su grupo de amigos le agradaba, eran de esos amigos con los que se insultan sin ofenderse porque saben que sólo están bromeando, pero que contadas son las veces que se ponen a hablar seriamente.
Estaba tan distraído con aquel descubrimiento y tratando de hallar una solución en la que puedan dialogar sin perder la seriedad, que al salir de la ducha descubrió que era el único en el lugar, resignado seco su cuerpo y vistió para dirigirse a su habitación.
Al salir se sorprendió por segunda vez en el día y por la misma persona, pues el responsable de la incomodidad que experimentó los últimos días se hallaba frente a él esperando. Quiso preguntar qué hacía ahí pero como si pudiera leer mentes Akio respondió su duda.
-se que últimamente te eh hecho sentir incómodo y quise venir a disculparme por eso.-de verdad quería tomar enserio las molestias que se había tomado el castaño para poder disculparse pero su lado inmaduro le exigía hacer énfasis de un hecho importante nunca antes visto.
- El gran Fudou Akio a dejado su impenetrable orgullo para venir a disculparse con un ser tan inferior como yo.-
-incluso alguien tan perfecto como yo, tiene esos días de humildad que solo me engrandecen aún más.- infló su pecho haciendo una pose arrogante que hizo reír al peliazul.- es bueno volver a verte reír, últimamente te vez más apagado.-
No podía refutar aquello, Natsumi y Endou se habían vuelto tan cercanos que sentía que estaba siendo desplazado por la chica. Y eso era triste. Toda su vida había estado apoyando incondicionalmente para que al final fuera dejado de lado por el castaño con tanta facilidad como si fuera desechable.
-me gustaría decirte que me encuentro perfectamente, pero algo me dice que no me creerás.-
-estas en lo cierto, pero aún así no te obligaré a contarme si no quieres. Solo ten en mente que puedo ser un idiota egocéntrico con aires de grandeza SI, pero un idiota egocéntrico con aires de grandeza que te escuchará sin juzgarte.-
Kazemaru sonrió por tan lindas así como toscas palabras de parte de su rebelde amigo, entonces entendió mucho antes que el mismísimo Akio, que este gustaba de el. Con todo y defectos, problemas e inseguridades, incluso sabiendo que el peliazul amaba a otra persona.
Cuando poco después iniciaron su clandestina relación, kazemaru se sintió terrible por aprovecharse de los sentimientos aún desconocidos para el castaño, para con el. Se odiaba por disfrutar cada encuentro sexual imaginándose que las realizaba con otro.
Pero con el pasar de los años, dejo de ver a su amor imposible para comenzar a llenar sus pensamientos de puras imágenes de Akio. Al recordar todo lo anterior se aferró al cuello de su pareja mientras éste no dejaba de besarlo y profesar aquellas cortas simples palabras que pocas veces eran dichas con sinceridad y agradecía que en esta ocasión si lo fueran.
-te amo Ichirouta.-
Continuará...
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un placer tormentoso. [Fukaze]
FanficEl sabía que lo que hacían no significaba nada para kazemaru, más que el inútil intento de olvidarse de su corazón roto. Aún así Akio se aferraba a esos momentos de intimidad, ocultando su dolor bajo su arrogante fachada.