four

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San ardía en curiosidad, tenía la misma pregunta rondando por su cabeza a cada momento. Siempre se preguntaba por qué Wooyoung nunca se tocó frente a él y parecía tan ajeno a todo pero cuando corría a su cuarto lo escuchaba gemir y jadear fuerte. Pensó que quizás tenía vergüenza de que lo viera, pero con los días notó que con él es más confiado, entonces no lo entendía. Hasta que lo espió mientras se masturbaba, vio cómo apenas comenzaba a tocarse y a los segundos él ya estaba gritando y retorciéndose por haber llegado al clímax.

Lo tenía tan curioso. ¿Cuánto, exactamente, tardaba Wooyoung en llegar?, le pareció tan rápido. Quería verlo él mismo, con sus propios ojos. pero siempre que lo intentaba, Wooyoung escapaba. Así que ahora no lo dejaría.

Cuando Wooyoung incómodo trató de inventar una excusa para salir de la sala, San reaccionó rápido. “Woo, ¿por qué siempre te vas?, ¿te incomoda verme?", Wooyoung intranquilo se acomodó en el sofá.

"No, yo..." San lo interrumpió.

"¿Necesitas ayuda?, puedo tocarte, sabes, quizás no puedas solo. Bueno, me gustaría hacerlo", Wooyoung se sonrojó y negó rápidamente.

"No, San. Ya me voy, sigue tú solo, sí.", antes de que Wooyoung saltara del sofá, el mayor se posicionó a horcajadas sobre él.

"¿A qué le temes, Wooyoung?", el rubio sintió como sus pulmones dejaban de funcionar y casi se ahoga sin aire.

𝗣𝗥𝗘𝗖𝗢𝗭 | j. wy + c. sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora