five

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Wooyoung nervioso tragó saliva, viendo el formado cuerpo sobre él. Su inquietud lo estaba dominando, no podía dejar de respirar rápidamente, ni podía apartar sus ojos de los rojos y húmedos labios de San.

San notó su intensa mirada y agradeció a todos los dioses el que Wooyoung esté interesado en él, así podía llevar su plan a cabo. Sin pensarlo posó sus labios sobre los del menor debajo suyo, los abrió lentamente con los suyos y cuando Wooyoung respondió él comenzó a ir rápido, ambas respiraciones haciendo eco en la sala vacía, la televisión fue apagada hace mucho tiempo. Cuando San pudo sacar su lengua y saborear a Wooyoung, éste gimió, tan agudo a pesar de su voz ahora ronca. Lo enloqueció. Wooyoung decidió dejar de ser sumiso y comenzó a jugar él también, hasta que sin aviso mordió el labio inferior de San y lo succionó, gimió gustoso y continuó haciéndolo, hasta que el castaño se separó de él, sólo para bajar dejando pequeños besos en su mandíbula y cuello, cuando comenzó a dejar besos más húmedos y fuertes fue cuando decidió abrir el pantalón de Wooyoung, lo quitó sin resistencia puesto que estaba perdido y sumiso ahora.

Cuando Wooyoung estuvo semidesnudo, San sonrió y tanteó la y entrada del menor, torturándolo. "Voy a hacerte correr muchas veces, Wooyoung. Tanto que vas a llorar y te va a doler lo sobre estimulado que estarás. voy a dejarte seco ésta noche." Wooyoung gimoteó necesitado.

𝗣𝗥𝗘𝗖𝗢𝗭 | j. wy + c. sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora