Abrí los ojos, estaba todo completamente oscuro. Olía mucho a humedad, un poco a sangre y a productos
de limpieza. ¿Qué había pasado? ¿Dónde estoy? ¿Qué es este olor? Mis muñecas estaban atadas al igual
que mis pies. Traté de reincorporarme pero me resultó casi imposible. Resoplé con fuerza y busqué
desesperado un poco de luz.
— ¿Hola? —Pregunté dudoso.
Silencio, si había alguien, era de muy mal gusto fingir ser invisible... se supone que mi trabajo es ese, yo
soy el chico asocial.
— ¿Alguien me escucha? —Comencé a mover mis muñecas
Escuché una puerta abrirse, una pequeño ranura de luz se coló. En cuestión de segundos la habitación se
iluminó por completo, cerré los ojos de golpe y lentamente los volví a abrir.
— Por fin despiertas, estúpido mocoso
Con el rabillo de ojo pude ver a alguien acercarse. Forcejee un poco pero sentí que apretaron más. Voltee
un poco a la derecha y vi a Suga observándome
— Te dije que me divertiría contigo —Su voz se oyó como un eco— Y no te salvas
— ¡Déjame ir! —Solté en un murmullo
— ¿Por qué? ¿No quieres divertirte conmigo?
Sacó su cuchillo y se colocó en cuclillas frente a mí, el aliento se me cortó cuando hizo una fina cortadura
en mi mejilla. La sangre comenzó a escurrir pero Suga la lamió siguiendo el rastro, pasó cerca de la
comisura de mi labio, me estremecí y gemí
— ¿E-esto es divertido p-para ti? —Pregunté
—Me divierte verte asustado —Se acercó a mi oído— Pero me gusta más verte asustado y excitado
Sentí que hizo una cortadura en mi cuello, gemí y sentí la tibia sangre recorrer mi cuerpo. Suga observó el
camino de sangre hasta que desapareció dentro de mi camisa. Levantó mi barbilla y comenzó a lamer, bajó
lentamente a mi clavícula, sentí que entraba al paraíso. Bajó aún más hasta que sentí su lengua cerca de mi
pecho.
Cortó mi camisa y yo inmediatamente traté de taparme pero no pude debido a las cadenas. Suga observó
detenidamente mi abdomen, mi cuerpo. Sonrió y comenzó a lamer el hilo de sangre que se había colado
cerca de mis pezones. Gemí y despegué mi espalda de...de donde estuviera acostado. Escuché la risa
cínica y sensual de Suga
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— Me encantas —Me clavó sus bellos ojos hipnóticos y sonrió— Pero puesto a que ti te encanta
complacerme, dejarás que juegue contigo un rato...
— ¿Qué? ¡No! Déjame en p...
No me dejó terminar. Puso su mano en mi boca y puso su dedo índice en la suya.
— Shhh —Dijo él— Sólo disfruta
Sentí que deslizó sus manos a mis jeans llenos de sangre, ahogué un grito y comencé a moverme de un
lado a otro... ¡No iba a perder mi virginidad con un asesino! ¡Menos con él!
"¿Quieres cerrar la mente y disfrutar?"