Capítulo 4

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Narra Ámber


Llevo metida en este maldito sótano horas, y todo por el maldito tobillo. Aparte del tobillo tengo la herida que me hice debajo del ojo y las manos están llenas de sangre seca.


La herida del ojo no se ha terminado de cerrar y dudo que lo haga, ya que se me ha quedado una extraña cicatriz.


Ámber, tienes que ponerte a actuar ya o morirás desangrada ¿De acuerdo?


Abro los ojos. Todo esta completamente oscuro, pero debido al color de mis ojos, dorados, puedo ver en la oscuridad, y a veces se iluminan en ella.


Decido coger la maleta. La abro. Cojo una manzana y me la llevo a la boca, es agradable comer algo fresco. Me guardo las semillas y el resto en el bolsillo y sigo buscando en la maleta y cojo la falda que partí por la mitad.


Rompo un trozo lo suficientemente largo para utilizarlo de venda y lo dejo a un lado. Después cojo otra flecha y le quito la punta y me la pongo en el tobillo de forma que me recorra toda la pierna hasta poco antes de llegar a la rodilla.


Cojo el trozo de falda que acabo de arrancar y me lo ato. Técnicamente tengo puesta una escayola sin escayola.


Cuento las flechas que me quedan: 48.


Me pongo la mochila a la espalda e intento salir como puedo del sótano. Tengo previsto practicar con la "escayola", sobretodo para correr cuando este en peligro, aunque se que no seré tan rápida como antes, pero tengo que practicar.


Salgo con muchísimo esfuerzo y cojeo hasta llegar a la puerta. La abro apoyándome en el pomo y salgo. Me agacho como puedo y recojo un poco de nieve y me la esparzo en las manos, en la cicatriz del ojo y me meto otro poquito en la "escayola".


Cierro la puerta con sigilo y escucho atenta por si esa chica anda cerca.


No se escucha nada, pero de repente la oigo hablar. Me sobresalto y miro hacia los lados, cuando me doy cuenta de que la chica esta en su casa del árbol.


-Tranquilo, tranquilo...-paró durante un segundo- No... No te haré daño...


Decidí no seguir escuchándola, ya que todo eso me traía muchos recuerdos, muchos malos recuerdos...


Empiezo a caminar con demasiada dificultad, me cuesta mucho mover el pie. Hace demasiado frío. Se que lo tengo muy mal y por eso me puse nieve, pero ahora que me estoy congelando me parece una mala idea.


Me subo la cremallera me mi sudadera gris y me pongo la capucha. Me saco los pelos rojos hacia fuera para que no me entre frío y me meto las manos en los bolsillos.


Camino durante bastante tiempo alrededor de el pequeño cobertizo y alrededor de la casa del árbol. Una persona sin escayola y sin ninguna fractura tardaría aproximadamente 5min en rodearlo todo, yo en cambio, tardo 15min en rodear una de las dos cosas.

La última nevadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora