14 | Taehyung.

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Estoy buscando la manera de poder ordenar mis pensamientos y volcar mi concentración en los resúmenes que, puedo jurar, me piden a gritos que los lea y memorice apropiadamente.

Pero no es fácil. No cuando hay tantas imágenes de la noche anterior que me asaltan sin aviso una y otra vez.

Es medianoche y Chicago es sinónimo de un congelador en su máxima potencia. Papá, luego del trabajo, se fue a cenar con sus amigos y probablemente esté de regreso en breve. Mi mamá tiene turno de guardia y volverá a las ocho de la mañana. En cuanto a Evan, ni siquiera lo he visto durante el día... Gracias a Dios. Hasta donde sé, mi hermano adoptivo está pasando mucho tiempo con Moon y, debido a ello, el detective y yo pudimos gozar de privacidad en el departamento que ambos comparten.

Sé que Evan va a matarme cuando le cuente todo, pero no se lo tomará a mal. Soy consciente de que Jay le cae muy bien.

Oh, bendito detective. Mi cuerpo vibra enteramente por sólo recordar su rostro.

No, Tate Kim, detente. Niego con la cabeza, manteniendo una media sonrisa ladina, y me levanto para servirme un poco más de café. Será una noche larga si pretendo aprobar el examen que tengo en diez días.

Ya he ordenado mi espacio de estudio y también la ropa que recogí de la lavandería esta tarde. No obstante, no puedo concentrarme. Sólo puedo pensar en el detective y la noche que pasamos juntos. Mierda. ¿Debería hacerme otra paja? No creo que ayude mucho.

Mientras espero a que la bebida oscura se caliente, reviso mi teléfono. No hay ningún mensaje del sujeto que me tiene volando por las nubes. ¿Debería enviarle uno yo? Según captaron mis oídos, Jungkook y Evan iban a hacer horas extra esta noche. Seguramente están riéndose y congelándose en algún punto de la ciudad, quizás comiendo algo. La idea me hace sonreír por un instante.

Justo cuando termino de echarle dos cucharadas de azúcar a mi café, alguien llama a la puerta de casa. Mi ceño se frunce de inmediato y la reacción natural de mi cuerpo es tomar una de las cuchillas de la cocina.

Avanzo con lentitud hasta la puerta principal, procurando no hacer ningún tipo de ruido.

Créanme: que llamen a tu puerta en mitad de la noche, no es una buena señal en este país.

Vuelven a golpear y mi pulso salta.

—Tate, abre, somos nosotros. —Reconozco la voz de Vallon.

Suspiro profundamente y dejo el arma blanca sobre la mesita decorativa cerca de la entrada.

Quito los cerrojos y abro.

Al hacerlo, me encuentro con dos rostros cargados de preocupación. Los semblantes de Vallon y Sky parecen temblar cuando me ven a los ojos y mis sospechas se disparan hacia el infinito.

Oh, no... Esto no es bueno.

—Hey. —La rubia dice.

—¿Qué le ocurrió a mi papá? —Suelto la pregunta inmediatamente.

Ambos hacen una pausa. Se nota que es una visita para nada ensayada.

—Él está bien —ella espeta con voz suave, pero se prepara para añadir—: Tate, le dispararon a Evan.

Mi corazón se detiene por un segundo y reanuda su marcha a una velocidad antinatural.

—Oh. Tenía puesto el chaleco, ¿verdad? —Interrogo, pero me golpeo la frente y una risa involuntaria se me escapa—. Sí, qué pregunta tonta, él... S-Siempre lo usa.

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⏰ Última actualización: Apr 01, 2022 ⏰

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CHICAGO | JJK+KTH.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora