Te encontraré

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Su ropa apestaba demasiado a cedro, tal vez no permitió que lo marcarán pero era evidente que no había salido ileso, antes de llegar a casa se desvío de camino, llamó a una puerta y unos pasos apresurados se escucharon de fondo.

- ¿Quién? -
- A-Yao -
La puerta fue abierta, un chico de como dieciséis años lo miró de arriba abajo.
- Mierda, ¿te viol... -
A-Yao le tapó la boca con una mano.
- Necesito darme un baño y necesito ropa de emergencia y no, nadie me obligó a nada maldita sea -

El chiquillo asintió y lo dejó pasar, A-Yao hizo todo lo que había dicho y cuando salió el otro chico ya lo esperaba.
- ¿Me contarás? -
A-Yao lo miró y después volteó los ojos.
- No sé que me pasó, yo, yo jamás haría eso, ¿lo sabes verdad? -

El chico asintió.
- A-Yang, si Su She se entera que me revolqué con otro alfa me va a matar, si bien me va, claro -
Xue Yang frunció los labios.
- ¿Es tu destinado? -
A-Yao lo miró y frunció las cejas.
- No lo sé, escapé está mañana, antes de que él despertara. Tal vez sí lo es, digo, maldita sea, mi puto celo es en tres meses y anoche el maldito se hizo presente. Oh, mierda, debo conseguir una pastilla -

Xue Yang se veía confundido.
- Debiste aprovechar para irte, ese maldito solo te golpea y te viola cada que tiene oportunidad -
A-Yao se mordió el labio.
- No quiero suplicarle a un extraño que me salve de mi puto matrimonio -

Xue Yang ahora estaba molesto.
- ¿Entonces prefieres volver con ese imbécil?, ¿y si un día te mata a golpes?, no, A-Yao, en verdad, por favor, dime dónde lo encuentro y te traigo a ese alfa aquí mismo para que se vayan lejos donde ese maldito infeliz no te pueda tocar nunca más -

A-Yao volteó el rostro con lágrimas furiosas.
- No, ya me voy, si no tengo su comida lista... -
Xue Yang lo retó con la mirada.
- Meng Yao, no te voy a dejar salir de mi casa hasta que no hagas lo que te estoy diciendo -

A-Yao volteó los ojos.
- Mira, niño idiota, ¿qué si ese otro alfa me trata peor?, ¿qué si solo quería divertirse conmigo y echarme a la calle?, hay muchos así por el mundo, ¿qué me garantiza que no sea el caso? -

Xue Yang estaba frustrado, por una parte tenía razón, ¿qué si ese destinado resultaba la peor basura de lo que Su She había sido hasta ahora?.
Sin más tuvo que quitarse de la puerta.

A-Yao salió y caminó hasta la puerta de la casa de Su She.
Desde que tenía memoria había sido solo un pequeño niño cuya madre murió a golpes por algunos alfas que la usaron en el lugar dónde solía prostituirse.

Tuvo que correr por los callejones más hostiles, siempre a la expectativa de que alguien quisiera hacerle daño, cuando se presentó Omega, en la adolescencia, se resignó a que su destino sería el mismo que el de su madre pero un día mientras lavaba ropa en el río para ganarse un pedazo de pan, un alfa llegó hasta él y lo tomó de la barbilla.

Recuerda haber tenido tanto miedo, después el aroma de ese sujeto lo hizo sentir mareado, sabía que solamente el aroma de su pareja destinada lo haría entrar en calor en el primer momento en que cruzarán su camino.

Lo había escuchado de la gente del pueblo, cuando despertó, su cuerpo estaba maltratado, tan lleno de hematomas y sangre.
Se preguntó porque había sangrado si se suponía que la pareja destinada sería tan perfecta en tantos sentidos.

Años después descubrió que Su She había inducido su calor con alguna droga inhalante, todo porque alguien lo había retado a tener al virgen del pueblo.

Después de todo, haberse unido a Su She fue bueno para él, tenía un lugar al que llegar a dormir, un plato de comida, ¿qué más daba un par de golpes si ya no necesitaba vagar por las calles?.

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