Crescendo

El Crescendo en nuestro ser

Las viejas canciones no tienen el mismo efecto que antes, como siempre, hay una razón lógica para todo, que es, en pocas palabras, es que estoy con alguien que cambia mi manera de ver y sentir las cosas. Es un crescendo personal, profesional.

Creo que la parte más difícil es olvidar de buena manera a todos los que prometiste que nunca olvidarías, que si bien no son muchos, son personas o fueron personas importantes para ti para prometer tales cosas que ahora parecen tan lejanas de ti y de tu ser dual.

Ninguna persona puede ofrecer redención, no como la pintan en diversos medios audiovisuales, la pseudo-redención que ciertas personas nos pueden ofrecer implican una destrucción de tu ser anterior, una remodelación, como gusten ver esta metamorfosis. Virginia, el nombre que le he dado a mi novia en el ámbito literario, ha generado en mí pequeños pero a la vez importantes cambios, o no, ella me los ha sugerido, yo he tomado las decisiones, no me ha colocado un revólver en la cabeza, ha aceptado la oscuridad y la claridad de mis miradas, el rímel de su ser no se corre al sentir mis manos desgarrando su cuerpo únicamente por placer.

Me siento estable, es la primera vez en mucho tiempo en donde no siento un vacío enorme y la necesidad de escribir muchísimo para rellenar, o comer vicios, para ser más sincero. Intento dejar los cigarrillos, de verdad, no me está haciendo bien nada de eso, tengo unas dos semanas sin ello y de vez en cuando siento que los relojes tienen cigarrillos por agujas, me vuelvo loco hasta que ella me besa y desvía mi atención hacia su lindo rostro.