❄️✨

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Narra ___:

Dos días habían pasado desde que me encontré con conejo, debo admitir que ambos estábamos distantes al principio pero solo bastó un día para agarrar confianza.

Desperté, me levanté, realizé mi rutina y bajé a desayunar.

En el comedor se encontraban mis padres, ellos al verme me dieron una cálida sonrisa.

Confieso que estuve a punto de decirles sobre Conejo, pero me contuve las ganas, pues ya tenía 17 años, y no era muy normal ver a una persona de mi edad creyendo en personajes mágicos.

-Hola cariño- dijo mi mamá cuando me senté en la mesa- El desayuno está listo.

-Buen día mamá, se ve riquísimo- respondí.

-¿Cómo dormiste hija?- preguntó papá.

-Bien, gracias, ¿Y ustedes?- dije.

-Bien igual- respondieron.

El desayuno pasó entre risas y anécdotas, se puede decir que tuvimos una mañana bastante alegre.

Después de que mis padres se fueran a su trabajo, me dispuse a ordenar un poco mi habitación. Luego de terminar, salí a caminar al pueblo, llevaba mi mochila conmigo, hoy iría a ver a Don Mario.

Después de aproximadamente 20 minutos, logré encontrarlo.

-Don Mario, que alegría verlo, ¿Cómo ha estado?- pregunté cuando llegué a su lado.

-Hola querida, bien ¿Y tu?- Respondió con una amable expresión.

-Excelente, hoy le he traído unos sándwiches y café- mencioné mientras sacaba los productos ya mencionados de la mochila.

-Muchas gracias mi niña- dijo él.

-Bueno, desearía seguir conversando un poco más pero ya debo irme, cuídese, que esté bien- dije alejándome.

-Igualmente querida- escuché.

Me fuí en dirección al bosque, me recosté en el árbol de siempre, como de costumbre, Oliver y los demás animalitos se acercaron, los alimenté, no se en que momento pasó, pero terminé quedandome dormida.

-Ven aquí ___, no te arrepentirás, no te haré dañó- oí una voz a lo lejos.

Sentí mis pies fríos, por lo que dirigí mi vista hacia ellos, me encontraba descalza, estaba sobre una laguna congelada, Miré a mi alrededor y reconocí el lugar, estaba en el bosque.

-Ven a mi pequeña- volví a escuchar.

Esa voz por alguna razón me causaba escalofríos.

-¿Quién eres?- pregunté con la voz temblorosa- Muéstrate, ¿Qué es lo que quieres?

-Sencillo querida- mencionó, la voz se escuchaba cada vez más cerca- Te quiero a ti.

Sentí una fría mano en mi hombro, por un momento cerré los ojos asustada, tomé valentía, abrí mis ojos y me di vuelta para enfrentarlo. Al verlo quedé confundida, frente a mi se encontraba un hombre bastante alto, incluso podría decir que más alto que conejo, su piel era de un tono grisáceo, sus ojos eran de color amarillo, portaba una túnica larga de color negro.

-¿Quién eres?- pregunté.

-Permiteme presentarme querida- mencionó- soy....

Aparentemente no pudo continuar ya que un molesto chillido comenzó a escucharse, ambos nos cubrimos los oídos con nuestras manos.

El sonido, al menos para mí, fue tan fuerte que tuve que cerrar los ojos intentando ignorarlo.

Después de unos segundos, el ruido se fue, al abrir los ojos me dí cuenta de que el desconocido hombre había desaparecido.

Sentí algo a mis espaldas, al darme vuelta ví como un caballo de color negro y con ojos amarillos se acercaba rápidamente en mi dirección, al parecer no tenía intenciones de detenerse, quise moverme para evitar ser aplastada, pero por más que intentaba no podía, cuando el animal se encontraba a escasos metros de mi cuerpo, una inquietud recorrió mi cuerpo, y sin más....... Desperté.

Abrí los ojos exaltada, ¿Qué clase de sueño fue ese? ¿Quién era ese hombre? Tantas preguntas, pero ni una sola respuesta.

Recapacité y me dí cuenta de que seguía en el bosque, miré la hora, aún me quedaba tiempo para caminar por el pueblo.

Cuando regresé a mi casa, aún seguía pensando en el extraño sueño que había tenido, por alguna razón ese sujeto me resultaba conocido, tenía la sensación de que ya lo había visto.

Lo poco que quedaba del día transcurrió normal.

Al día siguiente, hize mi rutina, desayuno junto con mis padres, y salí, estuve con los niños del pueblo.

Fuí al bosque como todos los días, tenía la esperanza de encontrarme a Conejo, tal vez el podría saber quién era ese hombre de mi sueño.

Estaba sentada alimentando a Oliver cuando sentí un ruido cerca, me tense por un momento, pero me relajé al ver la figura de Conejo aparecer entre los árboles.

-Hola Conejo, ¿Cómo estás?- saludé.

-Hola, bien ¿Y tu?- respondió.

-Bien, gracias- contesté- oye Conejo, ¿Puedo preguntarte algo?

-Claro, dime.

-Tu por casualidad, ¿No conoces a algún sujeto de piel grisácea, ojos amarillos y alto?- pregunté con la esperanza de que lo conociera.

Noté como en su rostro se formaba una expresión de preocupación.

- ¿Por qué quieres saber eso? ¿De dónde lo conoces? - preguntó exaltado.

- Oye tranquilo, ¿Por qué tanto alboroto? ¿Qué pasa?- pregunte- ¿ Tiene algo de malo?

- Lo siento, es que el tipo del que estás hablando, no es bueno, su nombre es Pitch Black, mejor conocido como "El coco", se dedica a provocar miedo - explicó- te recomiendo no acercarte a él, es peligroso. ¿De dónde lo conoces?

- Soñé con él.

- Ya veo, bueno pequeña, debo irme, tengo trabajo que hacer - dijo mientras me abrazaba-.

-Nos vemos, cuídate- me despedí.






Holis
He vuelto
Pido perdón
Tuve unos problemas personales
Pero intentaré seguir con la historia
Adiós, cuidense.
Besos.......

Martina ✨

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⏰ Última actualización: Sep 25, 2022 ⏰

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Vida, paz y amor (Jack Frost y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora