❄️✨

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Narra ___:

Me desperté por el sonido del despertador, me levanté con pesar de la cama, fui en dirección al baño, realizé mi rutina, me vestí y me dirigí al primer piso, en la sala estaba mi padre.

-Buenos días- dije.

-Buenos días hija, ¿Que tal dormiste?- mencionó mi padre mirándome con una sonrisa.

-Bien, gracias, ¿Y mamá?- pregunté.

-Está en la cocina- dijo mientras volvía su mirada a los documentos que tenía sobre la mesa.

(Mi padre trabajaba como abogado, hace unos días comenzó a atender un caso bastante difícil según me había comentado. El es un hombre bastante ocupado, pero a pesar de eso, siempre intenta hacer un espacio libre en su día a día para poder compartir conmigo y con mamá)

-¿Cómo vas con el caso?- pregunté.

-Hago lo que puedo- respondió.

-Bueno, iré a saludar a mamá, suerte- dije mientras me alejaba un poco.

Me di la vuelta en dirección a la cocina, al abrir la puerta de esta, el olor a (d/f) se hundió en mis fosas nasales.

-Buenos días mamá- dije cuando llegue a su lado.

-Hola hija, buenos días- dijo con una sonrisa.

-Huele riquísimo- dije.

-Gracias mi amor- mencionó.

(Mi madre trabaja como cirujana en el hospital del pueblo, ella también tiene una agenda bastante apretada, pero al igual que papá, siempre trata de compartir conmigo y con papá)

Luego de unos cuantos minutos el desayuno estaba listo, los tres nos sentamos en la mesa y comenzamos a comer, la comida estaba riquísima, admito que mi madre tiene un muy buen sazón, mientras desayunamos hablábamos de lo que teníamos planeado hacer durante el día.

-Bueno, ya debo irme, debo reunirme con mi cliente para ajustar unos detalles del caso- dijo papá mientras se levantaba de la mesa- por cierto, la comida estaba deliciosa.

-Muchas gracias amor- dijo mamá- que te vaya bien.

-Adiós papá, ten un buen día- dije sonriendo mientras papá salía de la casa.

-Bueno, yo tambien debo irme, hoy tengo una cirugía bastante complicada, estoy bastante nerviosa- dijo mamá cuando terminó su desayuno.

-Tranquila ma, todo saldrá bien, estoy segura- hablé tratando de calmar sus nervios.

-Gracias hija- dijo mientras se levantaba para buscar su bolso- ¿Puedes lavar los platos luego de que termines por favor? No puedo llegar tarde.

-Si mamá, no te preocupes, yo los lavo- mencioné sonriendo- que te vaya bien.

-¿Saldrás hoy?- preguntó.

Si mamá, haré lo de siempre- hablé con una sonrisa.

-De acuerdo, ten cuidado, te amo- dijo saliendo de la casa.

Cuando mamá salió de la casa termine de comer, lavé los platos y me lavé los dientes.

Agarré mis llaves, mi mochila y salí rumbo a la plaza. Al llegar allí, me encontré con Maite, una niña de unos 7 años, era una niña muy tierna, tenía el cabello castaño y sus ojos eran cafés con uno que otro destello verde.

-Hola Maite, ¿Como estás?- pregunté mientras me acercaba a ella.

-___!! Hola, ¿Bien y tu?- dijo con una gran sonrisa, ella era como mi hermana pequeña.

-Bien, ¿Que haces?- dije.

-Estoy jugando a las escondidas con mis amigos, ¿Quieres jugar? Por favor- dijo mientras hacía cara de cachorro regañado.

No podía negarme, primero porque esa carita era una de mis debilidades y Maite lo sabía, por lo tanto no dudaba en usarla, y segundo porque realmente tenía ganas de jugar, ganas de volver en el tiempo, volver a sentir la adrenalina de correr mientras buscas un escondite para que no te encuentren, volver a ser niña de nuevo.

-Esta bien Maite, voy a jugar con ustedes- dije sonriendo.

Me senté en una banca para esperar a que los niños terminen su partida, no quería que salieran de sus escondites para volver a comenzar todo de nuevo. Mientras esperaba se me acerca Mario, un hombre de unos 57 años, que lamentablemente vive en situación de calle, todos los días lo saludo e intento ayudarlo, ya sea dándole dinero o dándole comida.

-Hola ___, ¿Que tal?- dijo mientras se sentaba a mi lado.

-Hola señor Mario, todo bien, muchas gracias, ¿Y usted?- pregunté mientras abría mi mochila.

-Bien igual, gracias- respondió.

-Mire lo que le traje hoy- dije mientras sacaba un paquete de galletas y una botella de jugo- se que no es mucho, pero no tenía mucho dinero para comprar algo mejor, aún no me dan mi mesada.

-No te preocupes mi niña, se lo mucho que te esfuerzas para ayudar a todos- dijo mientras abría las galletas- te lo agradezco mucho.

A lo lejos escucho que dicen mi nombre.

-___!! Ven vamos a jugar- decía Maite mientras me miraba.

-Ya voy Maite!! Bueno señor Mario, debo irme, que este bien- dije levantando me de la banca.

-Nos vemos querida, saludos a tus padres- dijo mientras se iba.

-Fuí corriendo hacia Maite y sus amigos, comenzamos a jugar. Estuvimos jugando durante unas 2 horas...



Buenasssss, espero les haya gustado el primer capítulo, si hubo faltas de ortografía pido disculpas, es mi primera historia.
Se les quiere

Besos...☆

Martina ✨

Vida, paz y amor (Jack Frost y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora