8

1.8K 103 22
                                    

Dian

Lando- Lo hiciste genial, ahora imagina eso multiplicado por mil, eso te haré sentir cuando estemos juntos

Esas fueron las últimas palabras de Lando, esa fue su promesa después de ese delicioso orgasmo.

He vivido veinte años de mi corta vida y nunca me había sentido tan bien, debo confesar que primero tuve mucho temor porque nunca me había tocado y ni hablemos del sexo, tuve un par de novios con quienes terminé por el mismo echo de que querían acostarse conmigo y la verdad no me daba ganas con ninguno de los anteriores hasta que llegó Lando.

Ahora más que nunca lo quería a él, sí llegar al orgasmo con mis propias manos se sintió bien, ¿ como se va a sentir cuando tenga a Lando dentro mío?

Esa pregunta empezo a traer a mi mente como sería Lando en la cama y como voy hacer para moverme, porque hasta ahora solo descubrí que frotando en círculo mi clitoris a diferentes velocidades me llevaba al cielo.

Dian- Ay Dian, eres estúpida - dije hablando conmigo misma - Lando no se va a fijar en ti y ahora menos que sabe que eres virgen - Me regañe a mi misma - Lo de hoy solo fue un favor para que sientas lo que nunca vas a tener y menos con Norris

Lando era un mujeriego de primera, en más de una ocasión lo mire saliendo del hotel y volver horas después con la boca llena de labial y obvio sabe más de sexo que el mismo kamasutra, me siento tan frustrada por qué no voy a poder darle lo que merece ese hombre, en fin debo dejar de pensar en eso y dormir.

Cerré los ojos con la intención de dormir pero la voz de Lando diciendo lo que tenía que hacer sonó en mi cabeza y sentí como se humedeció mi parte íntima

Dian- Dios, ¿ cómo hago para quitarme esto?

Claro que busque en Google como calmar ésto y habían dos opciones, el autoplacer o definitivamente el sexo. Puse mi mano sobre mi pijama pero rápidamente la quité y me metí a la ducha, dicen que con agua fría se bajan el calentón.

Estábamos Lando y yo en el avión con destino a no sé dónde. Íbamos en la misma fila de asientos dándonos un apasionado besó, sentía como mordía mi labio y como pasaba su mano por mi muslo desnudo, tengo un vestido azul con rayas blancas y unas bailarinas, Lando alza el descanso del antebrazo que nos separa y se pega más a mí, sus labios bajan a mi cuello, muerde mi lóbulo izquierdo, muerde mi hombro y siento como su mano se desplaza hacia mis bragas.

-Estas lista mi pequeña Dian- Dijo Lando con una sonrisa coqueta y lujuriosa, sus ojos habían cambiado de color y......

-Nooooooooooooooo - grite fuerte y abrí mis ojos, fue un sueño, un maldito sueño que parecía tan real. Estaba mojada del sudor todo el cuerpo y cuando digo todo es hasta allí abajo, mi respiración aún era irregular, me sentía tan cansada que volvería a dormír.
Fije mi vista en el reloj de la mesa de noche a mi costado y marcaban las 3:30 tenía 20 minutos para estar en el aeropuerto, me cambié como pude y salí de la habitación.

Wooooow Google si que sabe, para durar más tiempo debemos usar el preservativo, creo que debo decirle a Lando. Le dije a mi mejor amiga que estaba acostada a mi lado un tanto frustrada de oírme

Bella- Dian por dios, ya deja de leer tantas cosas, de todo lo que me has leído muchas de esa cosas son falsas - arrojó una almohada - Ya te digo, debes estar relajada, obviamente deben usar protección, el lugar no es problema, yo lo e echo hasta en el baño, así que tú tranquila. Deja atrás tus inseguridades, si Lando es el correcto lo vas a sentir y si no lo es pues también lo vas a saber. No te comas la cabeza con todo lo que dicen en internet, solo déjate llevar

La fotógrafa de McLaren ( libro 3 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora