Mi amiga Marinette. | Adrinette.

IV

Los masajes cada vez aumentaban más, y entonces Marinette un día decidió pedirle inocentemente si podía masajearla en los pechos porque a veces le dolían.Él aceptó sin dudar, y cuando ella se quitó la blusa solo pudo prestar atención a su abdomen, estaba muy bien trabajado... Y sus senos se veían suaves y apetitosos, él con cuidado le masajeó un seno, lo que causó aparentemente tanta ternura a la chica que posó sus labios sobre el del chico, él rápidamente la correspondió, ayudándola a profundizarlo.Adrien se sentía entre el cielo y el infierno, por fin estaba probando el fruto prohibido y sabía tan bien como lo imaginó, la pequeña boca de la chica era cálida, sus labios eran carnosos y blandos, sabían a fresa. Los senos de la chica eran también blandos, tenían un aroma simplemente a ella, los acariciaba con cuidado mientras movía su lengua en la boca de la chica, la lengua de ella también era tan amorosa, envolviendo a su lengua. La saliva de la chica era simplemente deliciosa en su opinión. La besó también por fuera, chupando y besando sus labios.Simplemente, él no podía tener suficiente de ella, ahora que sabía cómo se sentía besar y saborear su boca, había deseado fundirse con esos labios desde hace semanas. Y pese a eso, se sentía tan natural besarla, como si ya lo hubiera hecho antes. Muchas veces.Cuando finalmente se separaron, ella se veía roja, sus labios estaban hechos un desastre.Y a él le encantaba verla así, se puso a pensar que quizás Marinette y él en realidad estaban destinados a ser mucho más que simples amigos. Él no quería que nadie más la viera de esa manera.Ahí fue cuando él decidió probarla más, saborearla mejor. Y se llevó uno de los pezones de la chica a la boca, pasándole lamidas tentativas con suavidad. Ella chilló un poco y él amaba verla así, esto lo animó a meter lo máximo que pudiera de su seno en la boca, como si de un bebé se tratara, ella gemía levemente. Él quitó su seno de la boca, y comenzó a lamer de nuevo la punta del otro, la chica estaba adorablemente sonrojada, él siempre había creído que ella era muy linda con ese color.Marinette estaba extasiada, era oficial, finalmente Adrien Agreste la deseaba, es más, lo tenía amamantándola como si fuera su bebé, luego de haberse besado de una manera tan… Wok.