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En las colinas mas altas de un pueblo en las afueras de la cuidad, estaba un joven entre la maleza de un campo de girasoles, acostado, simplemente observando la nada, todas las tardes iba a ese lugar para relajarse despues de la escuela. las vacaciones habian iniciado, nada fuera de lo comun pasa en vacaciones, aveces llegan turistas y visitantes a aquellas colinas, nada fuera de lo normal. pero esta vez iban a ser completamente diferente sus vacaciones.

por otro lado, en el pueblo se acercaba una camioneta negra con muchas maletas atras, de ella salía una familia y su hijo. un chico de piel morena y pelo negro como el cafe.

-espresso, deberias salir a explorar el lugar, sirve que te vas familiarizando mas con las personas y todo tu alrededor, después de todo nos quedaremos aca por un buen tiempo.- dijo una mujer alta, con pelo largo que lo adonaba un pasador.

-¿realmente necesito hacerlo? aparte, no es como si quisiera hablar con toda la gente de aqui- dijo el chico.

-eres un antisocial, necesitas salir mas y conocer a mas gente, ¡esa es la principal razon por la que llegamos aquí!-dijo alterada

-no, no soy antisocial, soy selectivamente social. aparte tengo muchas mas cosas que hacer que hablar con desconocidos-con eso se dio la vuelta y empezó a caminar.- aparte, no es como si haya querido venir. ire a dar una vuelta, pero no es por qué quiera.

con esto, el chico se fue por un camino de tierra hacia una colina.
-no necesito a nadie, no necesito amigos y solo necesito concentrarme en mis asuntos. solo necesito triunfar, es todo. tsk, como si quisiera hacer amigos.- se dijo a el mismo en su mente.- huh? donde estoy? como mierda llegué aquí...- se detuvo en seco para ver que estaba enfrente de un amplio campo de girasoles.-esto es hermoso... iré a ver más de cerca.

empezó a ver y a tocar los girasoles, pero en eso escuchó una voz que lo llamó.

-hey tu! ¿que haces aquí? ¡no puedes robar estos girasoles asi como asi!- escuchó la voz de alguien que le gritaba

-Ah! yo no los estaba robando, no sabia que esto era propiedad privada! lo lamento demasiado... pero para la próxima minimo pongan un maldito letrero...- dijo en voz baja

de entre la maleza salio un chico de piel pálida y cabellos dorados

- wow... no te pongas asi niño, lo decía de broma jaja!- dijo acercándose a el otro- esta no es propiedad privada, de hecho solo estoy aquí por gusto, creo que nisiquiera tiene dueño este campo.- dijo con las manos en la cintura- y tu? eres nuevo aquí verdad? jamas te habia visto, cual es tu nombre? yo me llamo madele- fue interrumpido por su contrario

-woow, que confianzudo andas chico... ¿sabes? creo que yo ya debo irme. no tengo interes en ti.- dijo el chico de piel morena

-tan rápido? ohhh vamos! si te gusto este campo, seguro te gusta el de las amapolas! y el de las lavandas también!- grito emocionado.

-se nota que no tie- antes de que pudiera terminar la oración, el chico rubio lo jalo y fue corriendo por un camino con el tomando de la mano.- wow, espera, vas muy rapido...- dijo espresso.-este chico es muy extraño, jamas alguien me habia tenido tanta confianza como el, aparte ¡nisiquiera sabe mi nombre! que chico tan extraño...- penso espresso

-lo ves! aca estan los campos... son realmente lindos, oye ¿como dijiste que te llamabas? yo me llamo madeleine, me puedes decir mad o maddy!

-mi nombre es Espresso, dime espresso.

-¿que tal ess? ¿te puedo decir asi?

-no.

-entonces espresso esta bien! es un hermoso nombré- dijo el rubio- esta empezando a llover

-maldicion, no traje el estúpido paraguas...

-¡no te preocupes!-exclamó madeleine- ¡podemos cubrirnos con la manta de hule que traje! ¿que dices?

-pues no hay de otra- dijo molesto espresso

los dos chicos caminaron hacia el pueblo lentamente para no resbalarse con el lodo que hacia el agua de la lluvia, platicaron entre ellos e intentaron conocerse mas.

-yo tengo 16 años ¿y tu?- pregunto madeleine.

-15, en medio mes cumplo 16.-dijo espresso.

-no eres de por aquí verdad?

-no. soy de la cuidad, vengo específicamente de el barrio chino.

-¿eres asiático? wow! eso explica esos hermosos ojos que tienes ¡jamas habia visto unos ojos tan hermosos hasta que ví los tuyos! ¡enserio!- dijo madeleine viendo los ojos de su contrario con fascinación.

-gracias, supongo...- dijo espresso bastante ruborizado- nadie nunca me ha dicho eso, de hecho siempre dicen que son raros.

-¡que grandísimos hijos de-! disculpa mi vocabulario, pero de verdad, ¿como se atreven? ¡son realmente hermosos!- dijo madeleine enojado

-hm, gracias- dejo escapar una sonrisa ruborizado

siguieron hablado de ellos hasta llegar a la actual casa de espresso, una casa grande y vieja, pero no tanto como para que se caiga a pedazos.

- aquí voy a vivir yo ahora.- dijo espresso viendo fijamente la casa.

-¿y te gusta? no pareces tan feliz- dijo madeleine viendolo con una cara de preocupación.

-es que... realmente me gustaba mi antigua casa, extraño todo ahí, nisiquiera he entrado a esta casa y ya se que probablemente la odie.

-odias este pueblo?- dijo madeleine decepcionado.

-no... simplemente, extraño como era todo antes y no estoy acostumbrado a las cosas nuevas, temo que no me gusten pero aun asi me tenga que adaptar a ellas y jamas ser feliz

-tranquilo espresso, este pueblo es genial, y haré todo en mi poder para sacar su maximo potencial y que lo ames tanto como yo! te aseguro que jamas te arrepentiras de vivir aquí sea permanente o temporalmente! es una promesa!- dijo madeleine levantando su meñique

-esta bien, confío en ti mad...- dijo espresso con una sonrisa- bueno, hasta aquí, me tengo que ir o me dara un resfriado, adiós.

-adios amigo! que la pases genial, ve y cambiate, no quiero que te resfries!- grito corriendo madeleine

-¿amigo?... realmente somos... amigos? bueno, un amigo no estaria tan mal después de todo...

sunflowers for you -espresslineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora