sunflowers for you -espressline

🌻🌻🌻

9:10 a m.

La lluvia no paraba de caer, probablemente era el dia mas lluvioso de toda la semana, los pastizales estaban totalmente inundados, la neblina se apoderaba de todo y el sonido de las gotas de agua callendo cada vez era mas abundante. Espresso observaba desde el balcón la lluvia mientras tomaba una taza de cafe. Era un dia muy bonito, sin embargo estaba algo triste, esperaba que este dia fuera seco para poder reunirse con madeleine una vez mas para poder ir a "ese lugar" que le habia dicho el otro dia.

-jamas odié la lluvia tanto como hoy. ¿Porque tuvo que llover hoy? Que suerte de mierda tengo.- pensó dandole un sorbo a su taza de café. Sus pensamientos fueron interrumpidos por un fuerte ruido. Al revisar que fue lo que habia ocasionado ese ruido se encontró con una roca con un papel que decia: "sal a la entrada de tu casa ;)".
Al asomarse por su balcón a ver quien habia lanzado esa piedra, se encontró con el rostro sonriente de madeleine empapado en lluvia. Rápidamente tomo un paraguas y bajó hacia la entrada de su casa donde encontraría a su amigo.

- Buenos dias espresso, lamento haberte lanzado una piedra, pero supuse que estabas dormido y no quería despertarte con mis gritos.- explico madeleine.

- entiendo, pero pudiste haber minimo tocado la puerta y asi evitarte accidentes.

- ou, eso no lo pensé...bueno, el punto es que queria llevarte a un lugar, por la laguna, solo que tendremos que caminar muuuuucho,¿Que dices?- exclamo el rubio entusiasmado.

- no lo se madeleine... esta lloviendo demasiado y la laguna esta mucho mas grande y lodosa de lo normal ¿Que tal si nos caemos en ella?- habló preocupado espresso.

- no te preocupes por eso! Esa parte de la laguna es diferente y no esta tan húmedo, animate!

-de acuerdo, confiaré en ti.

Los dos chicos se dirigieron a un camino de tierra mientras charlaban. La lluvia empezaba a tranquilizarse convirtiéndose en millones de gotas de un sereno suave.

-oye madeleine, te quier- antes de que pudiera finalizar la oración, espresso se resbaló con uno de los charcos de lodo callendo así en la laguna.

-espresso! ¿Estas bien? Dejame ayudarte...- exclamó preocupado madeleine.

- No- antes de que pudiera terminar, ya estaba en los brazos de el Rubio.

-¿Estas bien espresso? ¿Te duele algo? ¿Comiste agua? Si fue asi mas vale que la escupas, hay mucha mierda de patos en el agua, en fin ¿Te sientes bien?- decia madeleine examinando cada rincon de el cuerpo de su amigo buscando heridas. Su contrario simplemente se quedaria callado procesando la situación.

- si... Estoy bien, solo me moje. pero por favor bajame.- contestó ruborizado- ¿Porque este tipo se preocupa tanto por mi? Es un idiota, pero un idiota lindo.- pensó el moreno.

-toma mi abrigo, lo necesitas mas que yo.

-gracias, pero estoy bien así.

- estas todo mojado, vamos tomalo.- insistió el rubio tendiendole su abrigo.

- si tu insistes...- espresso tomó el abrigo y se lo puso. Su olor le hacia recordar a los perfumes de vainilla que usaban sus compañeras de  clase en su antigua escuela, pero la diferencia era que era un olor mas suave.