A primera hora de la mañana, en la rústica casa de campo donde la luna de miel daba la puesta a los recién casados, sonó la puerta para Haechan, quien a duras penas arrastró sus pies descalzos para saber quién era. Aunque la respuesta ya estaba en su mente.
Solo llevaba unos minutos despierto, cuando tuvo que abrirle a su pareja. En sus pupilas se reflejaba el grandísimo ramo de rosas blancas que sostenía Jaemin. Eso hizo que su corazón se agitara de pura felicidad al verlo, y es que... No lo sabía, era solo su chico, ahora esposo, sosteniendo tal vez unas 30 rosas, pero las más hermosas que vió en toda su vida.
La sonrisa no pudo faltar. Adormilada, pero brillante. Bastó para hacerle saber al menor, que había dado en el blanco. Literalmente.
—¿Me trajiste unas hermosas rosas de velorio?—Fingió burlarse el moreno, dejándolo pasar.
—Si no te gustan las puedo cambiar, es una op-
—Callate, Jaemin. Sabes que amo mis rosas de funeral, estas son para enterrar mi soltería... Porque me acabo de casar con el chico más fenomenal del planeta.—Depositó un largo beso en la mejilla del castaño, haciéndolo reír.
—Gracias por aclarar... No hubiera notado que era una broma.—Alegó, dejando las rosas sobre la mesa de comedor, para volver junto a Hyuck, tomándolo de la cintura y apegandolo a él.— ¿Soltería dijiste? Me veo en la obligación de recordarte que desde hace años, no te suelto. Te he seducido tan bien, que ahora estamos casados.—Sonríe victorioso.
—¿No será brujería? Una agüita de calzón.—Bromeó, riéndose a centímetros de su cara pero al ver el puchero de Jaem, la ternura pudo con él.—Mentira. Eres todo un experto en el arte de pescarme... Solo tienes que...
Los labios de Jaemin se aproximan poco a poco a los suyos, haciéndolo más impaciente de lo que ya era. Se besan con anhelo de permanecer juntos, y el agarre se refuerza con el mayor rodeandole el cuello con ambos brazos.
—Si... Eso. Besarme así.—Susurra débilmente, interrumpido por ese beso.—¿Sabes que no me puedo cansar de ti y esos besos? Entiendes que soy el mayor fan de tu existencia, ¿No?
Jaemin asiente, cargando al pelinegro y acomodando sus piernas para sostenerlo sin problema.
—Lee Donghyuck es mi fan. Que irónico, para mí la estrella aquí es otro.—Murmura, llevándolo hasta el sofá blanco y de tela, que se extiende en una elegante "L" en la esquina de la sala de estar.
Caen en el mueble sin hacer mayor ruido, amortiguados entre cojines.
—Jaemin...
—¿Si, mi sol?
—¿Por qué tardamos tanto en perdernos del mundo tú y yo?
El castaño toma una pausa. Acaricia el cabello de Hyuck sin rebuscar una respuesta.
—Lo mejor se hace esperar... Eso es lo que hemos construido. Nuestro espacio de conexión.—Va dejando castos besos sobre sus labios.— Quiero que sepas que no puedo abandonar lo que siento. Mi plenitud está aquí contigo.
—Que romántico, por dios.—Ríe el mayor, pasando una mano por su cuello.
—Alguno de los dos tenía que serlo.—Muerde el labio inferior de Hyuck, arrancandole un quejido infantil.
—Que salvaje.
—Que muerda más fuerte, I got it.—Replica, alarmando al moreno.
—¡Nonono!—Responde con una vocecita, intentando zafarse por miedo. Pero no pudo así que se rindió.
—¿Quieres escapar de mi?—El menor se detuvo viéndolo expectante, con una media sonrisa.
—Cuándo voy a querer huir de una vida contigo. Recapacita, cada célula de mi cuerpo se iría tras de ti, si pudieran caminar.—Le robó un beso travieso.—Puedo serlo todo, pero contigo gobierno el mundo. Eres mi plus.
—Te amo, Donghyuck.... Te amo.
Sus labios rozaban entre susurros. Había una calidez en el ambiente, como si no estuviera nublado el cielo.
—Si, Jaemin.... Te amo, por ser mi vida.
Sus dedos se entrelazaron, tomados de la mano con tanta fuerza como la que empleaba Hyuck en ese beso tan necesitado. Pero a mitad del beso, se separó porque la mano de Jaemin en su pecho así lo quiso, apartandolo.
—¿Ése es tu corazón?—Preguntó con una sonrisa y muy impresionado. Esto no dejaba mucho qué decir para el mayor, puesto que se avergonzó lo suficiente para despegar su mirada del castaño, sintiendo sus orejas calientes.
—Ujum...
Fue un sonidito muy penoso de afirmación, pero fue escuchado con claridad.
—Owwww, puedo sentir los latidos sobre mí, al estar muy pegados.
—B-Basta.
—No quiero. Por qué voy a quererlo. Quiero escucharlos, son demasiado ruidosos. ¿Son por mi culpa? ¿Yo te acelero el corazón, así?—Alzó su ceja, buscando una contesta.
—No... Precisamente.
Jaemin se reía de alegría, mientras que Haechan volvía a verlo molesto.
—Dije que no eran por ti.—Fue tomado del cuello, quedando a centímetros de sus labios como lo estaban hace nada.— Pero-
—Mentirme no es bueno para tu frecuencia cardíaca. En la palma de mi mano, puedo sentir cómo te mueres por mí.—Pero su esposo ya lo miraba mal, después de oír eso.— Hey, con calma... Iba a decir que es justo como yo, porque también muero por tí.
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"Ensueño"/NaHyuck. OS
Fiksi PenggemarComo parte de un sueño, cuando Jaemin despierta junto a Donghyuck.